Un no poema|Mara Dres

Un no poema

Yo no coso botones cuando se caen,
Ni remiendo rotos, ni refuerzo ojales.

No sé limpiar el coche ni quitar las manchas de fresa de la ropa blanca.

Yo cruzo los pasos de peatones como quien juega al cuadro;
Sólo negro,
Sólo blanco.

No fumo, lo he dejado;
Pero en ocasiones busco el aire más contaminado.
Lo opaco me susurra,
Lo turbio me acompaña.
Y a veces duermo de espaldas a la nada.
A veces escribo y a veces rompo en llamas.

Me distraen:
Los atascos,
Las frías mañanas,
La lluvia fina,
Las aceras con colillas,
Los perros ladrando,
Los fantasmas caminando por las calles,
El viento en mi cabello largo,
Los rostros siniestros sin relojes internos;
Dormidos, despiertos.

No sé hablar de mí y escribir;
Ni soy letra ni soy poema.

Mar Dres<Mónica Graña>

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Autorretrato

Nací  hace 46 años en casa de mi abuela, apurando los minutos y sufriendo, no nací  para vivir gritando y me guardé  siempre mil palabras. He luchado mis propias guerras, contra mi misma y escribir es una forma de cambiar mi mundo (de oruga a jilguero o geranio). Tengo tantos otoños en mis pestañas que, cuando caen las hojas, yo me siento fuera de la jaula. Prefiero mirar antes que hablar y siempre estoy pensando en cómo  expresar lo que me guardo, adentro, donde duelen los silencios. La editorial Fanes ha publicado mi poemario porque hay mujeres en el mundo que tienen muchísimo  significado. Todo lo que me ha regalado escribirlo es la cura de las heridas más  enraizadas.

Mara Dres es el la parte de Mónica  que escribe poesía,  porque en silencio me hago ruido y no tengo espacio en mí  para guardar tanto rugido.
No soy nadie si no escribo. No sé  hacer otra cosa y así soy: como una jaula sin puerta, como un teclado a solas, una página en blanco o una casa con una sola ventana.