Conociendo a | Fernando La Torre

II

Ese rostro doncel, cuerpito de lienzo y óleo;
las manitas inquietas que desbaratan lo que queda entre
la luz y la sombra. Piernas que calzan omnipresencia,
largas como el minutero inasible al anhelo de lo perpetuo,
más rápidas que el sueño de Tanatos, ineluctable te alzas
hollando sínodos, sin piedad, Judith.

Así me encantas: apodyopsis lírica ,
ahora tu desnudez desprende un caudal de polen, estrellas,
hojas de otoño, rostros de náyades, ninfas,  pistilos, alas de
mariposa, peces de colores, neutilius ovarios y semen cósmico,
polvo y oro bizantino de la Viena de fin de siglo.

Pletóricas imágenes voluptuosas,
Lascivia líquida, obsesiva ella.

El sudor de tu humedad en mi mano,  gemidos  gramaticales,
tallo sobre la alfombra microbiana de tu piel, que fecundan
efluvios en deflagración, el tacto interpreta una estela húmeda
en tu espalda, eres el aura de los versos que forman un ADN
al cielo para elevarte en su tornado de fuego.

Solo bastó tu parpadeo para que un impredecible poema
te lleve a lo eterno. Ni venus ni Nini, un peldaño más arriba,
tú el caos y la abstracción.

En un papel marchito vuelves a brotar como onda y partícula.

---


Fernando La Torre, abril de 1987, Ciudad de Tumbes, Perú.
En el año 2018 lanza su primer poemario "Treinta años en el desierto". Actualmente trabaja una segunda obra " La partícula de la musa".

"El conocimiento inspira". Por lo que Se considera amante de la lectura.

Comentarios

Entradas populares