EL SIGNIFICADO DE (NO) SER MUCHOS
CARTAS DEL POETA QUE DUERME EN UNA SILLA: NICANOR PARRA
Nicanor Parra Sandoval (San Fabián de Alico, Provincia de Ñuble, 1914 - 2018).
Poeta, matemático y físico chileno. Hermano de la cantautora y folklorista chilena Violeta Parra (1917-1967)
Para Nicanor Parra, la poesía existente antes que la suya perdió su contacto con la realidad, con la vida, y por eso plantea su actividad creativa como una empresa de destrucción de la literatura, para dotarla de nueva vida. El proyecto antipoético sustituye la poesía por su reescritura, buscaba privilegiar el hablar comunal y colectivo, la despoetización de la vida por medio de una sabiduría mundana. La obra de Parra es un alegato por la vida despoetizada, una expresión a la que decidió llamar Antipoesía, contradiciendo los ideales estéticos del verso libre norteamericano y latinoamericano.
El antipoema requiere un lector distinto al de la poesía habitual: un lector asociativo, relacional, que haga presentes diversos textos o elementos no literarios en la conciencia del lector. Desde un punto de vista métrico combina versos regulares de variada longitud, creando un ritmo flexible, emulando el habla cotidiana.
En Periódico Poético, te compartimos las Cartas del poeta que duerme en una silla, extraído de Obra Gruesa, del poeta chileno Nicanor Parra.
CARTAS AL POETA QUE DUERME EN UNA SILLA
I
Digo las cosas tales como son
O lo sabemos todo de antemano
O no sabremos nunca absolutamente nada.
Lo único que nos está permitido
Es aprender a hablar correctamente.
II
Toda la noche sueño con mujeres
Unas se ríen ostensiblemente de mí
Otras me dan el golpe del conejo.
No me dejan en paz.
Están en guerra permanente conmigo.
Me levanto con cara de trueno.
De lo que se deduce que estoy loco
O por lo menos que estoy muerto de susto.
III
Cuesta bastante trabajo creer
En un dios que deja a sus creaturas
Abandonadas a su propia suerte
A merced de las olas de la vejez
Y de las enfermedades
Para no decir nada de la muerte.
IV
Soy de los que saludan las carrozas.
V
Jóvenes
Escriban lo que quieran
En el estilo que les parezca mejor
Ha pasado demasiada sangre bajo los puentes
Para seguir creyendo -creo yo
Que sólo se puede seguir un camino:
En poesía se permite todo.
VI
Enfermedad
Decrepitud
y Muerte
Danzan como doncellas inocentes
Alrededor del lago de los cisnes
Semi desnudas
ebrias
Con sus lascivos labios de coral.
VII
Queda de manifiesto
Que no hay habitantes en la luna
Que las sillas son mesas
Que las mariposas son flores en movimiento perpetuo
Que la verdad es un error colectivo
Que el espíritu muere con el cuerpo
Queda de manifiesto
Que las arrugas no son cicatrices.
VIII
Cada vez que por una u otra razón
He debido bajar
De mi pequeña torre de tablas
He regresado tiritando de frío
De soledad
de miedo
de dolor.
IX
Ya desaparecieron los tranvías
Han cortado los árboles
El horizonte se ve lleno de cruces.
Marx ha sido negado siete veces
Y nosotros todavía seguimos aquí.
X
Alimentar abejas con hiel
Inocular el semen por la boca
Arrodillarse en un charco de sangre
Estornudar en la capilla ardiente
Ordeñar una vaca
Y lanzarle su propia leche por la cabeza.
XI
De los nubarrones del desayuno
A los truenos de la hora de almuerzo
Y de ahí a los relámpagos de la comida.
XII
Yo no me pongo triste fácilmente
Para serles sincero
Hasta las calaveras me dan risa.
Los saluda con lágrimas de sangre
El poeta que duerme en una cruz.
XIII
El deber del poeta
Consiste en superar la página en blanco
Dudo que eso sea posible.
XIV
Sólo con la belleza me conformo
La fealdad me produce dolor.
XV
Última vez que repito lo mismo
Los gusanos son dioses
Las mariposas son flores en movimiento perpetuo
Dientes cariados
dientes quebradizos
Yo soy de la época del cine mudo.
Fornicar es un acto literario.
XVI
Aforismos chilenos:
Todas las colorinas tienen pecas
El teléfono sabe lo que dice
Nunca perdió más tiempo la tortuga
Que cuando tomó lecciones del águila.
El automóvil es una silla de ruedas.
Y el viajero que mira para atrás
Corre el serio peligro
De que su sombra no quiera seguirlo.
XVII
Analizar es renunciar a sí mismo
Sólo se puede razonar en círc ulo
Sólo se ve lo que se quiere ver
Un nacimiento no resuelve nada
Reconozco que se me caen las lágrimas.
Un nacimiento no resuelve nada
Sólo la muerte dice la verdad
La poesía misma no convence.
Se nos enseña que el espacio no existe
Se nos enseña que el tiempo no existe
Pero de todos modos
La vejez es un hecho consumado.
Sea lo que la ciencia determine.
Me da sueño leer mis poesías
Y sin embargo fueron escritas con sangre.
Nicanor Parra
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Parra, N., (1969), Obra Gruesa, pp. 225-229, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, S. A.
Alonso, María Nieves. “El Espejo y La Máscara De La Antipoesía.”Revista Chilena De Literatura, no. 33, 1989, pp. 47–60. JSTOR, www.jstor.org/stable/40356529. Accessed 8 Sept. 2020.
https://www.nicanorparra.uchile.cl/antologia/otros/cartaspoeta.html
https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/creadores/parra_nicanor.htm
https://literalmagazine.com/nicanor-parra-y-la-antipoesia/
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-96381.html
[Diego Montes]
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