La manchita delatora ǀ Carolina García

 La manchita delatora

Cuando a Luz María, le entregaron al pequeño pelinegro, estaba bastante asustado y acalorado por haber deambulado sabrá Dios cuánto tiempo por la calle, eso hasta que uno de los vecinos al encontrarlo, lo auxilió. Luz María se ofreció a cuidarlo porque ella, contaba con experiencia gracias a su pequeño Alfredo.

Al pelinegro, Luz María lo llevó a casa y se lo presentó a Alfredo, le encomendó compartiera comida y agua con él, mientras ella se hacía cargo de algunos pendientes del hogar. “Se llevarán bien”, pensó Luz María “son casi del mismo tamaño y Alfredo necesita hacer amigos”. Qué sorpresa se llevaría Luz María, al volver a la habitación para encontrar a Alfredo y al pequeño ¿pelinegro? “intimando”, y ya no en plan de amigos...

Después de separarlos y mandar a cada uno a una habitación diferente, oportunamente Luz María recibió la llamada de una de sus vecinas, asegurando que “el pequeño pelinegro” era de ella y se llamaba Tomasita... Luz María entonces, regresó a la pequeña a su casa esperando que la voluptuosa experiencia de Alfredo y Tomasita, fuera dejada atrás.

Alrededor de un mes después, Luz María recibió un alarmante mensaje de un número desconocido, en este la felicitaban por ser abuela, no de uno ¡sino de dos pequeños! Desconcertada, Luz María no atinaba qué contestar ante la noticia, hasta que le mandaron una foto de la pequeña Tomasita amamantando a sus dos pequeñas crías de conejo, uno negro y otro blanco, con una acusadora manchita en la cabeza, exactamente en el mismo lugar donde Alfredo tenía la suya.

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Carolina García, es amante de los libros, viajar y la fotografía. Licenciada en Ciencias de la Comunicación especializada en producción de medios, con una maestría en comunicación y periodismo en la universidad de Ciencias y Tecnología de Shanghái. Alumna del taller de literatura del Instituto Sonorense de Cultura, Minificción y écfrasis en el programa Escuela de escritores, impartido por Julia Melissa Rivas.