EL SIGNIFICADO DE (NO) SER MUCHOS: JUAN GELMAN
VELORIO DEL SOLO
Juan
Gelman (1930 - 2014), su poesía impresiona desde un comienzo por su
desfachatez, sus giros de bravata, su sensibilidad a los dolores ajenos. Fue
galardonado con numerosos e importantes premios, entre ellos: Premio Cervantes
(2007), Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (2000), Premio
iberoamericanos de poesía Ramón López Velarde (2003), Premio Pablo Neruda (2005)
y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2005).
Sus
poemas que se iluminan (u oscurecen) con el conocimiento de los contextos
socio-históricos; que viven de una tensión más allá de la palabra. Podemos ver
en estos versos elipses y parábolas que se disparan hacia zonas de la realidad
que no conocemos, así como percibimos también las heridas que recibe la palabra
impactada por golpes que vienen desde rincones imperceptibles del mundo en
sufrimiento.
En su
libro Velorio del Solo (1961) alterna poemas sobre la ternura, los niños y los
pájaros (presencias recurrentes en toda su producción), con denuncias, nunca
sencillas o estereotipadas, sobre las injusticias sociales además de con varios
poemas de amor.
En Periódico Poético te
compartimos una breve muestra poética del libro Velorio del Solo, del escritor
argentino Juan Gelman:
VELORIO DEL SOLO
Especialmente anda preocupado
por el tiempo, la vida, otras
cositas como ser
morir sin haberse alcanzado a sí
mismo.
En esto era tenaz y los días de
lluvia
salía a preguntar si lo habían
visto
a bordo de unos ojos de mujer
o en las costas del Brasil amando
su estampido
o en el entierro de su inocencia
(muy particularmente).
Siempre tuvo palabras o pálidos y
pobres pedazos
de amores sin usar, de grandes
vientos,
trece veces estuvo por entrar a
la muerte
pero volvió, de acostumbrado,
decía.
Entre otras cosas quiso
que alguno más entendiera este
mundo
con lo que horrorizaba a la
propia soledad.
Hoy lo velan tan espantosamente
aquí mismo,
entre estas paredes por las que
resbalan todavía sus
puras maldiciones,
desde su rostro cae el ruido de
las barbas aún vivas
y nadie que lo huela
llegará a imaginar cómo deseaba
gozar con el misterio
del amor inocente,
darle agua a sus niños.
Mientras devuelve la piel y los
huesos prestados al
descuido
mira a lo lejos su figura y se
persigue
por lo cual sin duda pronto
va a empezar a llover.
** * * * **
TIEMPO
Perro de mí, me arrojo de comer
olas de oro, cristales,
esmeraldas humanas,
las ciudades que tiemblan más
allá de estos limites
estallan como fósforo en los
mares nocturnos,
rostros de amor más grandes que
este amor
eléctricos se encienden se apagan
adelante,
los navegantes de la sombra
hemos crecido hasta mil años de
gana de vivir,
moriremos pequeños y paciencia,
apenas aprendices del amor.
** * * *
**
TAQUICARDÍA
Con olor a tabaco
va y viene del amor bajo la
lluvia de abril,
la ternura le interesa,
le hace señas a toda la que
vendrá por ver si apuran,
allá quisiera arder, aunque sea
acostarse,
a veces se impacienta, se va se
va
sin dar tiempo a arreglar
cuestiones últimas,
ché, corazón.
** * * *
**
ARTE POÉTICA
Entre tantos oficios ejerzo éste
que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de
noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la
ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las
manos.
A este oficio me obligan los
dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos
saludadores,
las promesas en medio del otoño o
del fuego,
los besos del encuentro, los
besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las
palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis
cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como
tirar contra la muerte.
** * * *
**
FOTO
En la fotografía que tus ojos
vuelven dulces
hay tu rostro de perfil, tu boca,
tus cabellos,
pero cuando vibrábamos de amor
bajo el oleaje de la noche y el
clamor de la ciudad
tu rostro es una tierra siempre
desconocida
y esta fotografía el olvido, otra
cosa.
** * * *
**
Nacimiento de la poesía
La mañana sin sol en la ciudad,
la mañana cantora,
árboles conversando del otoño,
picapedreros tiroteando,
sirenas, caras rápidas, ladridos,
me ve salir lleno de brumas
o pájaros vivos del último
septiembre
o de rumores del amor,
crepúsculos y pianos
o de todo lo que habrá de morir
como si fuera nada
ya que el otoño partirá el amor,
los pianos ladrarán con cara de
septiembre,
la poesía pasará como un animal
desconocido por la ciudad
llena de bruma
y sonarán los tiros de la
palabra, Gelman.
Gelman, J., (2012), Juan
Gelman – Poesía Reunida 1956 – 2010, Barcelona – España, Editorial Seix
Barral
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https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/viena_juan_gelman.htm
https://www.juangelman.net/2011/08/25/velorio-del-solo-1961/
https://core.ac.uk/download/pdf/56324483.pdf
https://bibliotecaignoria.blogspot.com/2017/03/juan-gelman-velorio-del-solo.html
http://www.elem.mx/autor/datos/1531
[Diego Montes]
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