El fées-tín de la navidad | Patricia Acosta

 



El fées[1]-tín de la Natividad

Por: Patricia Acosta Tinajero


La Navidad, bien conocida en el mundo y celebrada aun cuando no se es católico ni cristiano, nos sumerge a historias dignas de ser contadas como una suerte de resistencia al sentido mercantilizado de la fiesta. Por algún tiempo el invierno, cuya fría característica la podemos notar con principal importancia en el hemisferio norte del planeta, simbolizaba un tiempo cíclico donde no existía ni principio ni fin. La relación con el mundo se miraba desde otros ojos y se sentía desde otras percepciones.

La época hibernal trae consigo tradiciones que disimulan los vestigios de creencias míticas inmemoriales. Una de esas historias resulta de especial mención y trataré de compartirla en algunas palabras escritas. Haré especial énfasis en la cena de Noche Buena, donde se celebra el, tan bien conocido, nacimiento arquetípico del héroe.

La cena de fin de año, antes de ser reinterpretada y cristianizada, llevaba implícita una antigua tradición celta relacionada con deidades madre conocidas como hadas. Existen diversas referencias donde podemos dar cuenta de la existencia de una escena ritual ofrecida a estas diosas (en algunas ocasiones llamadas parcas), que se llevaba a cabo a finales del año. La obra Corrector sive medicus atribuida a Burchard de Worms (1000-1025), es un excelente ejemplo:

Obispo Burchard I de Worms y la cathedral de Worms por Hans Soldan, 1896.

El testimonio menciona:

El propósito de la ofrenda era pedir favores o dones. Guillaume d´Auvergne (1180?-1249), en su De Universo, describe:

Esta suerte de viajes nocturnos permeará posteriormente el imaginario de finales de la Edad Media europea y sobre todo el Renacimiento. Se van a terminar de acumular junto con mitos “paganos” ya deformados y en descomposición las acusaciones de brujería y visiones del aquelarre.

Paris, Bibliothèque Nationale de France, Manuscrits, Français 961, f. 1

Jean Tinctor, Traité du crime de vauderie, enluminé par le maître de Marguerite d’York pour Louis de Bruges (vers 1470-1480).

 

En la actualidad, se lleva a cabo una peregrinación a la abadía “Notre-Dame-d´Abondance” (Nuestra señora de la Abundancia), cerca de la ciudad de Évian, donde se puede evidenciar, bajo la autoridad de la Virgen, los antiguos poderes atribuidos a la Dama Abundancia. De esta manera podemos apreciar cómo la iglesia reemplaza las antiguas creencias celtas convirtiendo el arcaico culto a las hadas en apariciones marianas[2], ¿Nos suena conocido todo este proceso evangelizador en México? 

 

Puerta de la virgen, Iglesia de la Abundancia, foto tomada de internet.

 

La ambivalencia tanto benéfica como maléfica del Hada-madre, pone como evidencia el carácter cíclico del tiempo, pues la fecundidad y la prosperidad aguardan detrás del estéril periodo de invierno. El medievalista Philippe Walter describe una antigua ofrenda que mantiene intactos los elementos protagonistas de la noche:  

El cristianismo no mantuvo esta ofrenda para conmemorar el año nuevo. Sin embargo, la misa de media noche que se lleva a cabo cada 25 de diciembre rememora el rito del que hemos sacado una vez más a la luz. La presencia del vino, el pan y el agua apuntan a un mismo rito sagrado.

Ilustración: Latin 12833, fol. 27, Calendario: enero 1220.

La cena de las hadas estaba relacionada, a su vez, al nacimiento de niños predestinados a ser héroes en la cosmovisión celta. No es de extrañarse, que el nacimiento de Jesús haya sido marcado, después de una serie de debates, durante esta época del año, pues está inscrito dentro del contexto de la “Noche de Hadas”, también conocida como: “Noche de madres”.

Podemos concluir que la celebración de Nativitas responde de manera admirable a un festín de abundancia que enmarca, hasta el presente, la esperanza de un mejor mañana.

¡Felices Fiestas!

 

Bibliografía:

Walter, P. (2015). Mythologie chrétienne. IMAGO.



[1] Fée: criatura mítica.” Fada”, Hada en versión castellanizada.

[2] Manifestaciones de la Virgen María.

Comentarios

Entradas populares