Ecos de Habitación | El conocimiento mudo dentro de Diminuta, de Cinthya Morado
Ecos de Habitación:
El conocimiento mudo dentro de Diminuta, de Cinthya Morado
Por: Sergio H.
García
Nacer en
junio cuando los árboles tienen mangos y sus ramas se cuelgan sobre las
carreteras, significa ser semilla y dormir abrazada por la tierra, eso es
paráfrasis de Cinthya Morado en su canción Cárcel
Propia, de su EP del 2020 llamado Diminuta.
En esta obra Cinthya nos entrega 6 canciones de peso y mucha luz, en especial
para tocar temas tan densos por sí mismos como los es el existencialismo, la
maternidad, la depresión o más específico la anhedónia, etc.
Con
un Loop, un ukelele y todo el poder y
peso de sus palabras, Cinthya nos pone en distintos puntos liricos, donde su
voz es nuestra anfitriona, guía y en algunos momentos verduga.
Nayarita
de nacimiento, Morado nos acerca alejándonos con la primer canción El Suelo que entra de lleno y de cierta
forma sorpresiva con el apoyo de unas manos aplaudiendo, una melódica y un coro
de su voz.
En
esta canción cabe rescatar un par de cosas: La armonía, dispuesta en tonos
mayores, es decir, más alegres y la inclusión de los maullidos, hacen la
canción de cierta forma divertida, pero lo que se canta, si bien no es una tragedia,
se contrapone a todo ese brillo que te predispone la música. En cuanto a la
letra, nos habla de una sensación de apatía, de rendición, donde uno quisiera
quedarse sobre el suelo, ver la vida andar y no intentar la resurrección.
Después
de esta canción que si bien es muy divertida, se contrasta con el resto del EP,
entramos a una de las canciones más complicadas de esta obra: La Náusea. Desde el nombre uno recuerda
de primera instancia la novela de Sartre; esa en la que un hombre se conoce y
reconoce y atisba todo sus pesares en el asco que le producen los males de la
humanidad, pero que se descubre, a fin de cuentas, parte de ella. En esta
canción, Cinthya no dista mucho de la obra homónima, sin embargo la postura de
la cantante está en otras coordenadas filosóficas, muy distintas a las de
Sartre; si bien en la canción nombrada el personaje lirico se reconoce y asume
como real, con todo lo que duele y calienta, lo que ara la piel y también con
lo que la cicatriza, al final la posición va enfocada hacia la luz y no al
pesimismo que propone el personaje existencialista de la novela.
Casi
terminando la canción Cinthya Canta:
«La náusea se ha quedado allá en la
luz,
en
la luz amarilla.»
La
náusea, que era lo que atormentaba al personaje de Sartre es abandonada por el
personaje lírico de Cinthya, es dejado el dolor y cambiado por la felicidad y
este sentimiento de ser parte de todos.
Hay
dos referencias que quizás están muy ocultas o que quizás yo estoy
sobre-visualizando y no existen en esta canción: la primera es en relación a unos
versos de Jorge Manríque en Coplas para
la muerte de su padre, que dicen: «Nuestras vidas son los
ríos /que van a dar en la mar, /que es el morir»; a lo que Cinthya
canta: «Deslizarse
por este largo canal /hacia aquel pálido frío». Siendo el canal un
sinónimo acuático de los ríos y el frío, una metonimia directa de la muerte. La
segunda referencia, quizás más obvia y quizás por eso puedo caer en un error
(Cinthya, si me equivoqué en esto, perdóname) es con una líneas de la canción Pequeña Serena Diurna, de Silvio
Rodríguez, en la que el personaje lírico después de asimilarse como parte de
todos a los que ama y a los que no, canta: «Soy feliz, soy un hombre
feliz»,
mientras Cinthya canta: «Soy feliz, pura la noche, soy
feliz. /¿Qué acaso no soy una honda de aire helado? / Soy feliz».
En
cuanto a música, La náusea goza de un
lindo, muy lindo, arpegio de ukelele, que bien podría ser un cuatro, y la
repetición melódica de la voz para marcar énfasis y unos coros hechos por la
misma Cinthya muy en el fondo. Además algo que hay que destacar en todo el
álbum es que muchas de las percusiones están hechas a raíz de silbidos, aire y
sonidos que se pueden hacer con la boca. En esta canción se escucha un hit-hat que parece estar hecho con
pequeños silbidos y algunas voces haciendo también bases rítmicas.
En
Partícula, la tercera canción del EP,
Morado hace un acompañamiento con su ukelele muy sencillo y que justo va de la
mano con la idea central de la canción: lo simple de lo complejo. Es muy
importante destacar el gran acierto en la inclusión de sonidos de cantos de
aves y ambientales como parte importante en la canción.
En
cuanto a la letra, Cinthya nos habla de ser nada, ser tan diminuta que
pareciera no ser parte de nada, pero, bajo estas mismas lógicas, pertenecer a
todo como parte importante; un sentimiento oceánico, dijera Freud.
Cinthya
Canta:
«Partícula soy
nada, nada.
Una
hoja de un árbol en un bosque desolado,
nada, nada.
Un
suspiro en invierno de un recuerdo enterrado,
nada, nada.
Una
espina de un nopal de un desierto de un lugar,
nada, nada.
Diminuta,
invisible.»
El
nada en repetición como negándose a sí mismo, asumiendo en la voz de la
cantante que a pesar de ser parte diminuta e invisible de la nada, también es
una parte concreta, contundente y total del todo.
Por
mucho Cárcel Propia es la canción más
larga de todo el material musical, con sus cinco minutos y medio Cinthya no
ofrece una canción compuesta por un poema cantado y otro recitado, además de
voces que se convierte en viento y oscilan entre el oído derecho y el
izquierdo, ukeleles que aparecen y desaparecen para volver a aparecer juntos y
tocar desfasados y eventualmente caer en el mismo arpegio al mismo tiempo. Líricamente
esta canción es una joya: conformada por dos poemas que a primeros oídos no
tienen mucha conexión salvo el sabor del llanto, Morano primero nos habla de prisiones
de espejos con techos bajos donde ella se asume como su propia cárcel, pero
además nos nombra el hambre y la necesidad de gritar una pregunta.
Ella
canta:
«Llorar, llorar,
dejarse llorar y gritar una pregunta
retórica, una pregunta retórica soy.»
A
qué pregunta retórica se refiere Cinthya, hablará acaso de «¿Qué acaso no soy una
honda de aire helado?»; pregunta retórica mencionada en La Náusea o quizás es una pregunta que
no está implícita en ningún lado. El desafío se complica cuando todo se
transforma en viento, voces que te dotan de alas y te llevan a volar para
aterrizar en un poema terrible, amoroso y lleno de luz, pero doloroso. Cinthya
habla de nacer, de su madre que «tenía la cuarta parte de
un centenario de años en su pecho /y un marido que dejó de escribir sus nombres
juntos en los troncos» y cómo todo ese dolor pareciera no
traspasar las capas protectoras de la niñez, porque, a pesar de todo, afirma, «Yo reía.»
Quizá
la pregunta retórica está ligada al amor… no lo sé y la verdad me parecería un
crimen profundizar aquí tanto en el poema como en mis propias conclusiones,
mejor súbanle y cierren los ojos.
La Extinción del Sol es la penúltima
canción, temáticamente nos acerca a la cereza del pastel haciendo una historia
entre una pregunta inocente del hijo de Cinthya y la reacción de una madre que
se ilumina ante la luz de su hijo. Cabe destacar una vez más la labor creativa
en usar suspiros, voces y silbidos para las base percusiva.
Y
por último tenemos Conocimiento Mudo,
la última canción de la obra y quizás la canción más melancólica, reveladora y
con tanta fuerza contenida de todo el EP. La canción empieza con un arpegio de
ukelele marcado con un rasgueo solo al inicio de las frases. La letra empieza
introduciéndonos de forma lenta hacia algo que todos sabemos y llegado a ese
punto en el que no se puede estirar más la incógnita, Morado nos arroja una
revelación como madrazo en la cara.
Ella
canta:
«Que las madres lloran en el baño
en la cocina, mientras lavan los trastes,
cuando todos duermen, ellas lloran.»
Aquí
la razón el nombre, este es el conocimiento mudo, sabemos que nuestras madres
lloran, es lógico, todo mundo llora de vez en cuando, pero el hecho de
nombrarlo y de nombrar algo tan obvio es lo que lo hace maravilloso porque,
además, se contrapone a su propia lógica; el conocimiento deja de ser mudo para
pasar a ser nombrado y luego ser totalmente consciente. Y además es un golpe
muy fuerte a los lados blandos de muchos de nosotros, vuelvo a lo mismo, todos
lloramos, eso lo sabemos, pero quién no se dobla al ver a su madre llorar, a
quién no se le parte el alma, y como dice Cinthya «lo sabemos desde el
vientre /porque vivíamos ahí /y llorábamos con ellas.»
Diminuta
es el segundo material discográfico de Cinthya Morado, una talentosísima multi-instrumentista,
cantante, compositora y poeta nayarita; una obra que toca temas complejos de
distintas formas y se va cerrando hasta revelarnos algo tan personal y diminuto
que forma parte de todo, de todos y de la nada.
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