Historias fantásticas desde un hexágono | Patricia Acosta
La liebre de Pascua
Por: Patricia Acosta Tinajero
Las fuentes actuales nos hablan de la pascua como
una celebración que se remiten directamente a la tradición cristiana. Los
católicos celebran la resurrección de Cristo, y los que no, la convivencia con
sus seres queridos y el chocolate.
El paso por el mar rojo por Marc Chagall, 1955.
Pascua es una palabra que encuentra su origen en
el antiguo idioma hebreo “Pésaj: פסח” que significa “pasar por encima”; una ceremonia
de origen semita donde se conmemora el fin de la esclavitud.
En la actualidad esta fiesta continúa siendo
importante dentro del tejido social en muchas partes del mundo. Podía decirse
que es el resultado del sincretismo cultural donde las creencias anteriores al
cristianismo han dejado huella. En México no celebramos precisamente “la caza
de los huevos” ni asociamos a la liebre con esta temporada, y aquí viene el por
qué: dioses germanos, egipcios, babilónicos … y seguramente un largo etcétera.
Gaston Phébus, Livre de chasse
Du lièvre et de toute sa nature
France, début du XVe siècle
Paris, Bibliothèque nationale de France, Département des
Manuscrits, Français 616, fol. 24v.
© Bibliothèque
nationale de France
¿Por qué los huevos? Si
nos remitimos a las sagradas escrituras judeo-cristianas no encontraremos nada
escrito sobre la temporada de cuaresma (40 días sin comer carne), ni sobre los
famosos huevos de pascua. El culto alrededor de los huevos es milenaria, para
los antiguos indoeuropeos el huevo se asociaba directamente con la primavera. Durante
la evangelización se le dio una interpretación diferente, dejó de ser un
símbolo de renovación a ser la piedra de la sepultura donde Cristo
posteriormente resucitaría al tercer día.
San Francisco en
oración, Caravaggio, 1603.
¿Y de dónde salió el
conejo? En el antiguo Egipto, el conejo o la liebre tenían un significado
relacionado también con la fertilidad, un símbolo que se conservó en Europa más
tarde. Por otro lado, en las creencias anglo-sajonas, se rendía culto a
“Eostre” u “Ostara” (“Easter” en inglés es el equivalente a “Pascua”,
¿casualidad?), diosa de la fertilidad, la cual, se dice, también era
representada con una liebre.
Jeroglíficos donde se representa una
liebre, bloques de Amenofis I, XVIII dinastía, Karnak.
La fusión de culturas y
creencias de diferentes temporalidades y partes del mundo se guardan y
reproducen discretas y sutiles. En lo que creemos aparente, inmóvil o evidente
se esconde lo insólito y lo fantástico. La Pascua esconde historias
sorprendentes que esconden la dualidad de un mundo protector como sombrío.
Fuentes:
Bestiario medieval: http://expositions.bnf.fr/bestiaire/grand/phe_chap6.htm
Hervé Filipetti. (2018). Peurs &
Coyances Populaires de France. Union Européenne: Métive.
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