ECO DE HABITACIÓN | Sergio H. García
La Ñonga Nayarita
Sergio H. García
Pero te juro y te prometo
Que ya no regresaré
Ya no vuelvo a molestarte
Ni siquiera voltearte a ver
Sin ti seguiré viviendo
Por amor no me moriré
Por amor nadie se muere
Yo te aseguro que estaré bien
La Ñonga
Vivir en la provincia tiene ciertas ventajas: uno crece en ambientes
más familiares, por lo que la concepción del mundo trágico es quizás más lenta
o hasta tardía; comes productos orgánicos y puedes disfrutar de aires más
limpios y una cercanía mayor a la naturaleza, sin quedar en banca rota en el
intento, por solo mencionar un par de cosas. Esta misma lentitud también se
aplica en otras cuestiones, como lo es el tráfico de información, cultura
global o tendencias, que si bien, llegan tarde a la capital nayarita, para uno
que creció en los 2000’s es un municipio pequeño alejado de la capital, pues es
un poco más lento. Algo así pasa con la música; recuerdo que hasta como el 2007
u 8, uno empezaba a conocer el Ares y
la descarga comunista de música (por no hablar de expropiación cultural de los
derechos sobre una obra lirico-musical, o descargar música pirata, para los
compas), recuerdo haber tenido mi MP3 al cual le cabían miles y miles de
canciones en baja calidad y que escuchaba con audífonos de tan baja calidad que
podrían matar de un infarto a cualquier melómano mamador de la actual y que, en
el entonces, me mataban a mí, pero las ganas de tener orejas del dolor que
provocaban esas cuasi-piedras en los oídos. Pero yo era feliz, tenía mucha música,
mucha de ella mala y otras que me han seguido acompañando hasta la fecha;
algunas de artistas españoles, ingleses (en la época empezó mi Beatlemanía, en la que quería saber
cualquier mínimo y máximo detalle del cuarteto de Liverpool), gringos, argentinos
y mexicanos de otros estados que en el entonces me parecían tan lejanos como
España, Inglaterra, Gringolandia, y Argentina. Poco sabía en el entonces de
músicos nayaritas, era como si todos y cada uno de ellos se metieran entre las
calles a las que no me dejarían ir, o algunos más osados y costeños, se
escondieran, arriesgando instrumentos y salud, bajo el agua de las raíces del
mangle que se encontraba y encuentra haciendo túnel antes de llegar a San Blas.
El caso es que, para mi Sergio de 11 0 12 años, la música nayarita era un
misterio. Eso fue hasta que conocí a La Ñonga (ya sé, parece albur, por lo que
para mantenerte a ti lector preso del grillete del contenido de esta columna,
en las próximas acotaciones le pondré LN, y con esto evitar el hilarante hábito
mexicano de revolver frijoles con cualquier tipo de instrumento o evocación
fálica).
LN era una banda de Ska-Reggae-Rock originaria de la
ciudad de Compostela, Nayarit, y por más que me he esforzado estos días, no
consigo con el recuerdo de cómo llegó a mis manos su música, pero recuerdo que
cuando llegó, fue un gran descubrimiento, no solo porque la música estaba
chida, sino porque también con ello descubría que como nayarita, yo también
podía ser músico y tocar conciertos y tener mi propio disco, así como ellos.
Por lo que me di a mi labor Garfiana de
buscar su música, una labor mucho más difícil de lo que pensé, solo existía un
disco que había sido patrocinado por la Secretaría de Salud Pública (gracias a
la canción El ratón Miguelito, canción que hablaba sobre el uso del
preservativo) y su campaña de lucha contra el VIH-SIDA, y este era casi
imposible de encontrar, hasta que un buen samaritano se atrevió y subió el
disco entero, canción por canción a YouTube, por lo que pude terminar de
escucharlo y eventualmente, gracias a ATube Catcher, descargarlo.
El álbum que llevaba el mismo nombre que la banda,
contenía 12 canciones, entre las cuales me gustaría destacar sobre las demás Caminando Voy, Mambo Rock, Caperuza Roja, El
Ratón Miguelito y El Fango del Dolor:
Si vamos en orden de aparición en el álbum,
tendríamos que empezar por el Mambo Rock:
una canción que inicia con unas líneas de bajo muy a lo rockabilly, una guitarra eléctrica rasgueando hacia arriba, una
batería marcando un tempo rápido de Ska, y la sección de metales dándole todo
el poder al baile. La letra e sencilla, algo recurrente en esta banda, pero a
la vez algo que no le pesa gracias a la calidad de música. En esta canción
habla de un tipo que quiere sacar a bailar a su novia mientras el papá lo
amenaza con golpearlo. Es importante destacar que la música cambia constante de
ritmo y tempo, lo cual le da mayor fluidez y agilidad a la obra, otra cosa
recurrente en esta banda.
Para Caperucita
Roja, el asunto de los cambios de ritmos de solidifican y adquieren una
mayor efectividad. Esta canción inicia con la batería marcando en el hit-hat y el bajo haciendo unas líneas
muy similares a la música disco de los 80´s, luego entran los metales con
acordes mayores, junto con la guitarra con rasgueos de ska, para volver a
cambiar cuando entra la voz y todos entrar de lleno al Ska. En cuanto a la
letra, esta bien podría ser una fábula, una reinterpretación del cuento
infantil: en este la caperuza es una mujer empoderada, campeona de lucha libre
que al verse en aprietos por el lobo, termina haciendo estragos con el
escuálido animal empoderado por su condición de lobo. Hay que destacar que en
esta canción, y el resto a mencionar el trabajo del bajista es impecable, no
podría ponerle un pero a la construcción de líneas, en los tiempos y al Groove
que maneja este señor.
Caminando Voy es mi canción favorita de todo el álbum, una canción que empieza
como cumbia y que termina cambiando a un Ska disfrutable. Líricamente es una
canción con un buen trabajo: La letra habla de una ruptura, pero el personaje
lírico no está dispuesto a quedarse tirado, se empodera y decide irse, seguir
caminando. Es interesante la relación entre la lírica y el ritmo de la música:
en el momento en el que el cantante canta «me voy de aquí»,
empieza el Ska para darle paso al estribillo donde se siente la mayor cantidad
de empoderamiento del personaje lírico. Después del estribillo se vuelve a la
cumbia y luego otra vez al Ska.
El Ratón
Miguelito, la canción de propaganda del
preservativo, también podría ser considerada una canción-fábula en la que un
ratón no se puso «globito» cuando se metió con su amiguita y terminó contagiado de «La
enfermedad del SIDA que te lleva a mejor vida». La canción
empieza con la voz y la guitarra eléctrica emulando un Western, hasta el tercer verso donde entran todos a un ritmo de 2/4
y con una onda medio a polka, rock texano, o no sé cuántas cosas, se nos canta
la historia de Miguelito.
La última canción del álbum es El Fango del Dolor, una power balad con un buen riff de guitarra, una magnífica ejecución de bajo y una letra buena de desamor, ahora, en contraposición a Caminando Voy, en esta el personaje lírica se encuentra en el pozo, en el fango y desde ahí nos canta, decidido a no avanzar hasta que la otra persona vuelva.
LN fue una banda importante en mi visión de la música nayarita, para mí y mis amigos, tanto que
el día que decidimos formar una banda, entre nuestro repertorio había dos
versiones de este álbum. Actualmente LN ofrece un par de conciertos al año,
hasta donde sé no han sacado otro disco, espero que algún día lo hagan o que
reediten este primero que es una joya extraviada.
https://www.youtube.com/watch?v=kyqkq_rfth4&list=PLngI_S5_Vi27b7_JM9dwJfIRF8NkLtSFr
Añadiré un par de cosas a este bonito relato. Hace varios años ya , unos amigos y yo teníamos un grupo de Rock, allá por 1991-1993, eramos unos amigos que nos conocimos del Cetis 100 y formamos un grupo llamado. "Conciencias Muertas" conocimos por esos años a unas personas de compostela, uno de ellos era un empresario que tenía un bar disco y nos invitó a tocar en su lugar..fuimos al tiempo y hubo un lleno total, fue tanto el éxito que programaron un evento masivo en la plaza pública, ya en ese evento invitamos a nuestros amigos de la Baska y otro grupo de metal pesado, tocamos con lleno total de la plaza , parecía que estaban todos los chavos de compostela reunidos en ese lugar. ..el movimiento pego en compostela, nuestro buen amigo Rafael del Anda fue uno de los iniciadores del rock allá...años después surgió la Ñonga, grupo local de compostela con música propia y buenos apoyos de su familia y amigos, lograron grabar lo que considero el primer disco profesional de estudio, antes hubo otros grupos que grabaron pero no con ese grado de profesionalidad principalmente porque cuesta mucho dinero. Es interesante pensar ¿Si alguno de esos niños nos vieron tocar a los grupos de rock en esa plaza? Quizás alguno de ellos nos vio y se influenció del movimiento, quizás no...pero lo que uno hace en su vida puede tocar la vida de otros,que en el futuro logran grandes cosas...saludos amigo Sergio....atte. .Alejandro Alí.
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