Custodias | Everardo Martinez Paco
Custodias
Everardo
Martínez Paco
Perro Rabioso
Me siento en
el rincón más oscuro de esta casa y espero. Espero a que la débil mano golpee
en repetidas ocasiones la puerta de la casa. Abuelita me ha dicho que me porte
bien y que salga a jugar con mis hermanos, pero ella no entiende que ellos no
me quieren, no me hablan y me pegan cuando nadie los ve, abuelita no entiende
que yo estorbo acá.
Con mis brazos trato de acurrucarme y darme todo el calor que puedo
obtener, la casa cada vez es más fría. Los rayos de sol no consiguen escurrirse
por las rendijas de esta casa, es como si la luz hubiera huido, como si la
hubieran sacado, como si nadie ahí la quisiera.
Trato de no temblar, pero el miedo es más fuerte que yo. Mamá me ha dicho
que tengo que ser valiente, pero yo no sé cómo se es valiente, nadie me ha
enseñado. Por las noches miro como le tiemblan las piernas a mamá, mientras
trata angustiada de no llorar.
Poco a poco aprendí a contar el tiempo, a ser paciente, la aguja chica en
el cinco, la grande en el doce. 36 horas, no son muchas, solo hay que ser
pacientes, aprender a olvidar, aprender a callar, aprender a no sentir.
Mamá me deja acá los sábados por la mañana, así lo ordenó el juez: fines de
semana con el padre, lunes a viernes con la madre. Tienes que conocer a tus
otros hermanos, a tu abuelita, a tu otra mamá, a tu papá, quererlos, cuidarlos,
respetarlos y callarte todo lo que aquí pase, todo lo que hagan, lo que te
hagan, porque el juez puede cambiar de opinión, custodia completa al padre,
nunca más ver a su madre.
Llego acá los sábados por la mañana y quizá, me vaya, un domingo por la
tarde.
Everardo
Martínez Paco (1987). Antropólogo Social, Maestro en Humanidades y Doctorando
en Humanidades. Tiene una decena de libros publicados, entre los que se
destacan: Andamio, Desaparecidos, 100 Varos y Poesía para el Suicidio. Su obra
se ha publicado en diferentes medios de México, Argentina y España. Ama a los
perros, la caguama clara helada y las alitas BBQ.
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