Muestra Poética | Ariel González

 Don creencias


Siempre soñar, nunca creer

Eso es lo que mata tu amor

LUIS ALBERTO SPINETTA


I


Coincidir en el colegio

con el materialismo dialéctico

y cierto profesor de biología

acérrimos detractores

nos hizo de la magia y todo

lo que la dictadura

del método científico anula,

de café con galletas marías

después de clase

eran las tardes de enterrar

a Jodorowsky al papa

a walter mercado

en la tumba de la materia gris,

más allá no había

para nosotros nada


recuerdo a Darío, barco en camisa de manta

y su versión escura de la historia

barco, nostálgico de Frida Khalo

penacho danzante del zócalo

en cuya clase

entrar al concurso escolar de ofrendas

era un 10 seguro,

una ofrenda es un altar

un altar es de cierto contenido mágico

un materialista es un oportunista

que a veces necesita

la calificación

sólo hay que fingir credulidad

creer sin creer es un don


montar una ofrenda

no debía representar reto mayor,

por persona dos o tres fotos 

alguien llevó una de Chespirito

yo de Lou Reed y Mark Bolan

algún polemista puso a Marx

por persona un kilo de fruta

papel picado, entre más

mejor

cempasúchil copal

pan de muerto y una veladora

activado el modo escatológico

no debía representar reto mayor

pasar historia con 10


en veinteavo lugar

empanzonados de pan quedamos

con el cempasúchil

oliendo a nuestras manos

y fue eso

por mucho

lo mejor de aquel ritual

mejor que cualquier calificación

aprobatoria


los años siguientes

navegamos en otros barcos

con métodos distintos

sin más pretexto

para ponerse en modo espiritual

que el deshoje inducido de la flor

de muerto

y nuestra ropa impregnada

en el humo de copal


así terminamos el colegio

sin pasar del décimo lugar

pensando infantil la idea

de que las estrellas del glam rock

o el chapulín colorado

vendrían por un pan

y algunas mandarinas



II


yo nací un día

en que dios fue por cigarros

los horrores del mundo me pelaron los dientes

gracias a una coraza que trazaba

en forma de cruz mi abuelita

con su mano sobre mi pecho


ni la lectura de ciertos demonios

de la revuelta

ateo empedernido

me hacía necesitar menos

su protección


creer sin creer es un don



III


qué vulnerable ser

me hizo ser la muerte de mi abuelita

y qué apático de la ofrendas escolares


ese año monté en casa

un altar que hubiera ganado

cualquier competencia


el secreto:

no se trataba ya de cualquier banalidad

perdí el don

tuve que creer

que vendría ella

a blindarme

con un movimiento de su mano.






Ariel González, CDMX. Poeta y narrador. Textos suyos están publicados en diversas revistas literarias independientes. Aparece en el Dossier de Poesía Emergente de la revista Poetómanos, en el Dossier de Poesía No Consagrada de la revista Granuja, en las antologías Palabra de Colibrí II y Nuestra es la Palabra de la editorial El Canto de la Alondra. Finalista en el 1er Concurso de Poesía Emergente Antonio Alatorre. Finalista en el 2do festival de poesía “La ciudad en un poema” de la editorial Nado Mundo. Ha participado en encuentros y festivales de poesía nacionales e internacionales.


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