Muestra Poética | Aura Guerra-Artola

 

¿UN HOMBRE DE VERDAD?

 

Los hombres no lloran

gimen,      gruñen,

colman sus arterias

de lujuria

golpean, sudan,

no lloran.

 

Mastican lágrimas,

las escupen,

detonan en el pavimento y

tronchan piedras a su paso.

Se convierten en un David

o un torso de Belvedere,

se tornan en un agotado Hércules de Farnese

o un G.I Joe

de masa inmutable,

árida.

 

Deben asfixiar los sollozos con su furia,

cruzar ríos,

franquear desiertos,

ser la estirpe fuerte

que juega con fusiles

y luego los dispara.

Las lágrimas corroerían

la jaula en el pecho donde se aloja

el mandato ancestral

de no sentir

de no ser

de no parecer

más allá de lo autorizado

por el beneplácito paternal.

 

Los hombres no lloran,

no pueden llorar en la huida

ni tras los barrotes,

se espera descascaren

la tristeza de la piel

y el dolor se desangre

en el esqueleto de plomo

que revisten

para soterrar los aullidos

de un corazón niño

de madera que ansía,

poder ser carne;

poder ser de verdad.

 

LAS DOLOROSAS

«Baja la mano de comer,

que tu madre también la baja.»

 

Baja la mano de comer

OLGA ACEVEDO

 

Los gritos de las madres rotas penan por la montaña;

sus tímpanos exhaustos repiten el eco de sus propios ruegos.

No logran doblegar señoríos con sus gemidos,

los santos devuelven las plegarias

de estos alientos moribundos.

 

Ya lo celeste

está congestionado de lamentos.

 

Los gritos de las madres rotas se pierden entre otros llantos.

Hoy sosegarán el clamor hambriento de sus hijos

con una cena de gárgaras saladas

mientras sacan un canto de sus costillas

                                para espantar

al carroñero pájaro

impaciente por carcomer

su último suspiro.

 

 

ÁRBOL GENEALÓGiCO

 

La abuela es un bulto sobre mis vértebras;

encorva mi espalda

y se transforma en una tibieza

que llega hasta mis caderas,

aquí se aloja mamá,

reviste el vientre

que nunca pudo aplanar

con ejercicio

y hereda como sombra en la pared.

 

Mis hermanos se esconden entre mis mejillas

-no nacieron-

son un cúmulo de supuestos

y palabras errantes que rumio por la vida,

lugar donde tropiezo con papá

quien se fragmenta en hebras de cabello

que al caer,

dejan descubierta mi frente,

libre de sus tristezas sin reposo.

 

 

Poemas del libro: Las Dolorosas.

Editorial Flor de Mezcal, 2022.






Aura Guerra-Artola. Managua, Nicaragua. 1986. Estudió Mercadeo y Publicidad en la Universidad Thomas More de Managua, Nicaragua, y la carrera de Gastronomía en el Instituto Gastronómico de las Américas, La Paz, Bolivia. Es escritora y maestra de danza por vocación. Egresó del Laboratorio de Novela, Nicaragua, generación 2020-2021. Ha publicado poesía, microficción y cuentos en medios digitales de Nicaragua, Canadá, México, Honduras, Perú y Argentina. También ha participado en antologías como: Arte y Catarsis (Kilaika. Nicaragua, 2020), Antología 19-21 (Les Escribidores. Nicaragua, 2021), Antología Hispanoamericana de Microficción (EOS Villa. Argentina, 2021), Hasta que la Garganta sea Musgo (Flor de Mezcal. México, 2021) Tacto Ligero (Ave Azul. México, 2022) Nautilus (Micromundos. Honduras, 2022), Arte y Literatura Hispanocanadiense (Feria Iberoamericana del libro en Canadá, 2022). Ha publicado dos libros: Jack’s Life in the Box, Canadá, 2020, y el poemario Las Dolorosas, (Editorial Flor de Mezcal, México) 2022. Actualmente es locutora de Radio Poesía.


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