Muestra Poética | Chucho Galindo
La perra de nueve chichis
a Andrés Gómez
¿Sabes de qué tengo ganas?
De también desbaratarme
echado sobre el suelo
a performar el universo
ciñendo lo que más quiero
a mi cuerpo
por su boca
¿Sabes a qué no puedo esperar?
A también inflarme de gusanos
absoluto
desaparecer de golpe
como las verdades
cuando se incendian accidentalmente los edificios
¿Sabes cómo quisiera morirme?
Tendido igual en un cartón de huevo
para quitarme del paso
porque lo obsceno se orilla
y debe esconderse debajo de la cama
de aquel que fuma
mientras recibe la quimio
para tratar el estercolero de su pecho
¿Sabes cómo quisiera ser recordado?
De la misma manera silenciosa
descarnándome
en las grietas que recubren la piel de mis pezones
pateado
pero dispuesto al derroche
a escurrir en vano sobre otras lenguas
que tampoco conocerán el futuro
Cum dederit
para el Rodox y la Svetlali
Tiempo (porque si no sería vacío)
para estar dentro
contraídas las arrugas
y los pequeños pliegues
en su paciencia
El cuerpo es un fluido hirviente
vivo
obligado a moverse (porque si no sería viento)
entre comisiones de derechos humanos
juntas conciliadoras
y tristes asambleas
de quince gatxs buscando
con miedo (porque si no sería orgía)
su forma
Amparado en esa irrelevancia
trata de ser de madrugada
volverse un sin dolor
un hasta aquí llegó mi espera
e ignorar
lo que le aplasta
lo que le mira
lo que señala
y entonces sí
derrumbarse (porque si no sería preso)
a donde quiera
Fougère, por qué debo matar al abuelo
si no daba acorde malentonado
ni en olor ni en voz quizá en mirada
pero sólo eran severos sus ojos hiperglucémicos
además no porque nos enseñó cómo esquivar el
upper
cuando fue candidato azahar y renunció a su
puesto al saber que no fue electo
y que la tierra es de quien la trabaja
y que yo no soy qué les pasa pendejos un borrego
lluvioso y azul el jefe de la patria
sobre todo azul se oía bien fuerte cuando gritaba
quién anda ahí
pero su foto encima del espejo cuidándolo todo no
es marina
o sí pero más alga más esperma más
un tono limpio de hombre decente jabón y
glándula perianal
algo que sólo se lleva con el mármol o con los
cuernos de elefante
o con un traje gris dando grito en la presidencia
o eso imagino porque no lo conocí más que en
leyenda
en restricción camino beatificación santuario
en esa foto que me juzgaba
después de treinta años de tumba
Fougère, por qué debo matar al abuelo
si la moral de un hombre no se mide por cuánto
ignora
ni por cuántas frases memorables se le colaron
como la humedad en el ropero
aquel que trajeron en la revolución de la casa de
tía Elia
la luna del sombrerero era francesa según
comentaban quienes querían presumirlo
francesa y refinada como las aspiraciones de su
mujer
que si hubiera podido quitar al Señor de las
Maravillas y ponerlo a él
lo hacía
aunque tal vez lo hizo porque nunca pudimos
llenar el hueco que nació en 1911
y cada nieta y nieto aspiramos ser siquiera humo
roble tal vez musgo algo que recuerde al
incorruptible
al incorruptible ciego
al incorruptible bohemio que se desaparecía
al incorruptible ajeno a las cosas sucias del mundo
a las cosas sucias que él trajo al mundo
y a las limpias y al mundo para acabar pronto
pero no al mundo de los periódicos
ni de los periodicazos en el hocico imbécil acaso tu
mamá es mentirosa
Fougère, por qué debo matar al abuelo
si por él uta por él todo por ser como él por
recordar algo a él él él
en el nombre sea de mi dios atabacado y con polilla
colecciono qué no colecciono
papeles plumas libros notas
y lavo los vasos de vidrio primero para que no
huelan a choquiya
como debe ser
como les voy a enseñar a mis hijos
además de a respetarlo para que cuando tengan
hijos
y vean mi foto vetiver encima del espejo
ellos sepan, Fougère, que qué grande fue su abuelo
Cumbia del atlántico
A David, Otto y Ariel
que despierte
jupa
que toque las olas
van ven van
presos
hermanitos
saturados de una historia
que no cesa
no
no cesa
en cien años de escribir
del mar
las olas
van ven van
que nos matará el coraje
por no querer
dejar atrás
lo que se aleja
y prolongar
el aleteo
la rozadura
en el papel cardumen
un cuerpo
compartido entre los cuatro
con tanto
tanto valor
que asusta
jupa
si los peces escribieran
toda el agua del mundo
van a descubrir
que olvidamos la frontera
entre amistad
deseo y oleaje
por eso nuestras manos
en la orilla
con las olas
van ven van
ven van
Chucho Galindo (1996): Biólogo, indocente de guarradas, quimbumba y joterías en la Prepa 55 e integrante del colectivo Lxs Podridxs. Escribió La Quimbumba de la Verdá (Granuja, 2023).
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