Muestra Poética | Antonio León
Vladivostok
A diario doy por terminada mi relación con el polvo
al
decidir que soy el final de la línea homoparental.
cada
día, sin embargo, alguien me señala una cuna
para
el cáncer en la soledad, pequeñas prendas que
no
circulan
por
el lujo de la ignorancia
y
alguien dice los marcos de oro de la sala de armas
en que se exhiben los que no planean
descendencia.
caminar
solo por el parque, a escondidas de la boca
que
sugiere hijos: la mano que coloca trenes grises
al
salir del trabajo. Estos pasajeros tampoco existen.
y algunos días de reír a la manera de las bestias -es
el
cine o la fiesta del cuarto oscuro- la tenacidad de
más
y mejores devaneos en compañía de garzas
huérfanas.
regresar al coto de familia, decir que no quiero
nada:
que he visto el futuro y nadie tiene ganas de
quedarse.
La familia de Felipe IV
Al centro del hueco hay una forma antigua de
coleccionar muertos
junto a otros tesoros, a media pared –vistos desde
el canto– queda
la ausencia de manos que perturban con buena
realidad mientras
salimos
a la calle para retomar el día
todo es asunto de paredes blancas y habitaciones
de hierro al hablar
de
ciertas manos
por
ejemplo
las tuyas de final de foto en movimiento, que
abofetean de lo mismo
y no al tacto de los marcos de madera en el Museo
Nacional del Prado
porque las salas blancas llegan a la velocidad del
miedo, en algunas
siguen latiendo mis ojos de antes y los lentes de mi
abuela, sobre
la máquina de coser luego de terminar un
pantalón
nuevo de pana
me has recordado la forma correcta de ser marica
a las dos de la tarde
y
a las cuatro de la tarde, con hora para comer
vacaciones sin paga, pero borbotones de sangre
abren el hocico
y los antiguos reclaman todas las veces en que no
pudieron poner cadencia
a su decadencia ya sabemos que el perreo dos mil
veinte y dos mil veintidós
los niños de mi madre toman en cuenta los siglos
que pasaron desde
la última vez que reímos en las piscinas de cloro y
de pintura de aceite
repetir la historia, repetir el asco que me dan los
nietos no nacidos
sus fotografías en marcos modernos que solipsan
de muecas ñoñas
repetir el discurso de la validación siendo menina
en fuga, siendo
la muchacha del fondo del cuadro ya me aburrió
Foucault con ello
varias
páginas del mismo calostro
eso
de no mamar amigo, sal del cuadro,
que
llegue aullando la sala de exposición
–sin jinete, como las estatuas que forman parte del
mito–
o un pasillo de hoja de oro lamiéndose las
comisuras
contrapollo
En
planes de estudio de la educación formal
palabras
como cacarear
siempre
aparecen en infinitivo
la
docencia señala montes contextuales:
un
olivo cascarudo se apea del miedo
para
ladrar en omicrón
otro
de ellos se cree Sinaí pero sin Jesuscrista
y
#quedó
en
el transporte público ya no se genitalizan
los
asientos de piel
ostentan
aves de tinta
también
se deslindan del programa
poesía
en microbús
y
yo
fui
a la universidad por acceder al café barato
a
la enfermería para falsificar sangre de la nariz
al
programa de becas a bailar regurgitando billetes
a
la psicóloga escolar
a
contar mis mejores mentiras
¿hemos
hecho algo, además de diseñar lámparas
que
parecen incubadoras?
luz
en el rostro que se usa para dar indicaciones
las
mentiras en cubículo no funcionan al aire libre
al terminar la jornada todo es muy Kentucky Fried
Chicken
con
menos charolas en los sinsabores de un pico
la
psicóloga dijo
que
mi mente no funciona para escribir cuento
que
todo lo de mi cabeza funciona a la perfección
excepto
los pollos
Antonio León (Ensenada, Baja
California) escribe poesía y crónica. Es editor de poesía en la revista El
Septentrión y autor de los libros Busque caballos negros en otra parte
(pinosalados) :ríos, dentro de la colección Ojo de Agua, editada por CETYS
Universidad y Consomé de Piraña, editado por Carruaje de pájaros y el Instituto
Sinaloense de Cultura en el 2020. En 2016 fue el ganador del Premio estatal de
literatura (poesía) en Baja California, con el libro El Impala rojo. En 2018
fue becario del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico en la
categoría Creadores con trayectoria. Actualmente se desarrolla en promoción de
la lectura y promoción cultural universitaria y es parte del equipo organizador
del encuentro Tiempo de Literatura, en Mexicali.
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