La casa de los sueños y las pesadillas | Ana Laura Bravo





Hay partes de nuestra historia que se convierten en secretos, no siempre es porque queramos ocultarlas, a veces simplemente porque no hay a quien decírselas . Nadie nos creería. El temor de descubrir la incredulidad de quien nos escucha es capaz de ahuyentar, incluso, a las palabras que hemos elegido, con tanto cuidado, para tratar de asir las partes más difíciles de nuestra experiencia. Otras veces ni siquiera el lenguaje alcanza y los secretos se vuelven materia intraducible, almacenada como un montón de ruido al fondo de nuestra mente, por tiempo indefinido. O al menos hasta que una canción, un libro o una película finalmente nos comprenda.


“Si necesitas este libro, es para ti”, dice la dedicatoria de In the Dream House, escrito por Carmen Maria Machado . En esta ocasión la autora deja atrás la fantasía erótica y oscura de su antología Su cuerpo y otras fiestas, para intentar el camino arriesgado de la no-ficción. Si bien el libro se presenta a sí mismo como una memoria, se trata de un artefacto literario inclasificable, una mezcla de ensayo, crónica y otros experimentos narrativos, con que la autora no sólo pone a prueba la plasticidad del género como constructo literario y social, sino que también reflexiona sobre su experiencia como sobreviviente de violencia doméstica.


La historia de In the Dream House resuena en la de quienes han sufrido esa y otras formas de abuso, quienes sólo encuentran ese entendimiento en otros sobrevivientes. Sin embargo, este libro cobra mayor urgencia al considerar que la pareja de Carmen Maria Machado no era un hombre, sino otra mujer. En la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+ no debemos olvidar que toda relación es susceptible a la crueldad humana y que si bien, somos libres de elegir a quién amamos, nadie elige a su abusador.

 
En el proceso de recapitular lo sucedido y cómo fue capaz de traicionarse a sí misma, Machado se da cuenta de que, en principio, el problema fue que se sintiera afortunada. La autora repasa los lugares comunes del amor, ese que se le inculcó desde la casa, la iglesia y la televisión, implantando ideales y expectativas que, en el momento decisivo, se convirtieron en vulnerabilidades. La gorda rara en quien nadie se fijaba en la escuela y que solía cuestionarse cómo se hace para que alguien te quiera, al conocer a esa rubia andrógina de voz rasposa que sería su pareja (y agresora), ahora se pregunta si eso es lo que las demás personas, las normales y bonitas, disfrutaban en su vida: “una línea recta del deseo a la satisfacción”, sin tener que cambiar nada de sí misma, de ese cuerpo en que creció sintiéndose inadecuada y sin atractivo. El sueño de la chica fea: otro motivo desgastado en tantas comedias románticas.

 
¿Cómo justificamos la crueldad del amor?, es la pregunta que subyace en cada nuevo intento de la autora por reconstruir su historia entre la culpa y la autocompasión. Al estudiar sobre el tema, Machado concluye que “la mayoría de los tipos de abuso doméstico son completamente legales”. Sería tan complicado para la ley catalogar todas las formas posibles en que se puede agredir a alguien en una relación, como esperar que una persona enamorada no esté dispuesta a perdonar a su pareja. Alguna vez vi una obra de teatro en que una mujer acude a la policía para denunciar a su esposo golpeador y, al repasar la vida que han compartido como parte de su testimonio, termina justificando sus arranques de ira y vuelve a casa sin denuncia y dispuesta a darle otra oportunidad.

 
La pesadilla se revela poco a poco, como una nota equivocada en la melodía perfecta: un apretón sin ternura, un comentario que suena más a advertencia. En la complejidad de la experiencia humana, el amor y el duelo pueden ser simultáneos e incluso uno mismo. En los diferentes episodios en que Machado divide su memoria, analiza minuciosamente todo lo que la casa de los sueños puede ser: desde un incidente incitante y un clásico de culto lésbico, hasta una posesión demoniaca, un desenlace y un vacío. Conforme recorremos su arquitectura, la autora revela, con una crudeza casi ingenua, las dinámicas de manipulación, soledad y dependencia que evitan que la casa de los sueños se desplome con sus rehenes dentro. Porque víctima y victimaria son prisioneras de la misma narrativa: la del amor que todo lo soporta.

 
In the Dream House es un laberinto de recuerdos en donde los hechos se completan con pensamientos y poco (o mucho) de ficción, no para maquillarlos, sino para dotarlos de sentido. Al contrastar su propio relato con otros, reales o no, la autora confronta al lector con una pregunta medular: ¿qué hace que una historia sea creíble? Una cuestión actual en la época de #metoo y otros movimientos de denuncia que se fundamentan en el testimonio de la víctima como única evidencia. Machado ensaya en primera persona, en segunda, en tercera, en un esfuerzo desesperado por recuperar la confianza en su propio narrador para comprobar que, aunque no podamos cambiar lo que hemos pasado y nadie crea nuestra versión, apropiarnos de ella es un acto de resistencia.

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Ana Laura Bravo. Es profesora de medio tiempo y lectora de tiempo completo. "Nací en el desaparecido Distrito Federal en febrero de 1994, pero crecí en otros estados, siempre buscando algún camino de regreso a la Ciudad. Estudié literatura en la Universidad Autónoma de Querétaro y en la Universidad de Tarapacá en Chile."

Actualmente estudia la maestría en docencia y está desarrollando una tesis sobre la enseñanza de la literatura en los bachilleratos técnicos. Ha publicado en algunas revistas y escribió su primera novela, Volver al fin del mundo, con apoyo del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) de Querétaro, la cual se encuentra en proceso de reescritura. 

"La literatura es mi laboratorio de libertad y me gustaría que mis textos pudieran hacer que quien quiera que los lea se sienta escuchado."


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