Paquita la del Barrio y el método científico de categorización | Lorena Aviña
Paquita la del Barrio
y el método científico
de categorización
-basado en la teoría de Desiderio Blanco-
Por: Lorena del Carmen Gutiérrez Aviña
La semiótica es la ciencia que estudia los procesos de significación, los cuales se producen cuando un signo es leído y comprendido de tal o cual forma por su receptor. Un signo semiótico tiende a cambiar de acuerdo a la cultura que lo adopte; también existen signos cuya significación, a pesar del tiempo y del lugar, es la misma. Por ejemplo, la visualización de la luna es signo de que la noche se acerca. Dentro de un cuerpo semiótico, que llamaremos cuerpo propio, se encuentran diversas clases de signos que nos ayudan a comprender el cuerpo. Entiéndase como cuerpo aquéllo que debemos comprender, verbigracia, una pintura, una melodía o un texto. En este método se pretende llegar a comprender el texto de acuerdo a la categorización de las palabras en él presentadas, pues éstas nos ayudan a formar un campo de sentidos, el cual nos guiará a la correcta comprensión del cuerpo.
La categorización cuenta con cuatro estilos: serie, familia, parangón o conglomerado. Estos tipos de categoría marcan la comprensión de diversos elementos que cuentan con rasgos comunes entre sí, pero cada tipo se centra en lo que necesita expresar. Dentro de un texto nos encontraremos con singularidades y pluraridades, dentro de las que deberemos analizar a quiénes representan o, si son por sí mismas, el mejor representante de su tipo:
·
Serie: se refiere a la
distribución de los rasgos evidentes de una categoría.
·
Familia: es la repetición de
rasgos, que no necesariamente deben presentarse en la misma medida, pero que se
comprenden como un conjunto.
· Parangón: es la representación
de toda una categorización gracias a uno sólo de sus elementos, el que mejor
refleja los rasgos comunes.
·
Conglomerado: es la base neutra
de la categoría. Se representa por uno de sus elementos al azar, el cual debe
tener cierto número de rasgos comunes para lograr extenderse por completo a su
categoría.
Dentro
de un cuerpo siempre habrán rasgos que se repitan y nos otorguen la
significación casi total del texto (visual o escrito), pero debemos ir más
allá, a donde nadie pone los ojos y la significación se corta para sólo dejar
paso a lo evidente. La categorización depende de la significación que el texto
nos aporte, no sólo de la forma que éste tenga. En la canción Rata de dos patas de la cantante Paquita
la del Barrio, nos topamos con un conjunto de metáforas y símiles que, si las
agrupamos correctamente, nos llevan a una significación correcta de las
categorizaciones:
Rata de dos patas:
Rata inmunda
Animal rastrero
Escoria de la vida
Adefesio mal hecho
Infrahumano
Espectro del infierno
Maldita sabandija
Cuánto daño me has hecho
Alimaña
Culebra ponzoñosa
Deshecho de la vida
Te odio y te desprecio
Rata de dos patas
Te estoy hablando a ti
Porque un bicho rastrero
Aun siendo el más maldito
Comparado contigo
Se queda muy chiquito
Maldita sanguijuela
Maldita cucaracha
Que infectas donde picas
Que hieres y que matas
Alimaña
Culebra ponzoñosa
Deshecho de la vida
Te odio y te desprecio
Rata de dos patas
Te estoy hablando a ti
Porque un bicho rastrero
Aún siendo el más maldito
Comparado contigo
Se queda muy chiquito
Me estás oyendo
inútil
Hiena del infierno
Cuánto te odio y te desprecio
Maldita sanguijuela
Maldita cucaracha
Que infectas donde picas
Que hieres y que matas
Alimaña
Culebra ponzoñosa
Deshecho de la vida
Te odio y te desprecio
Rata de dos patas
Te estoy hablando a ti
Porque un bicho rastrero
Aún siendo el más maldito
Comparado contigo
Se queda muy chiquito
Primeramente
debemos comprender que las repeticiones, en este caso, no cuentan con una
significación diferente, pues no hay antecedentes que las hagan cambiar de
posición significadora. Existen casos en los que el mensaje, aunque en la forma
sea idéntico a su antecedente, gracias a otras pistas cambia el contexto. En la
canción de Paquita la del Barrio, el coro mantiene su esencia. El texto expresa
desprecio ante un ser humano, el cual se puede comprender como masculino debido
al uso de adjetivos en este género.
Comencemos
con los elementos que comparan al individuo con un animal:
Rata inmunda //
Animal rastrero // Maldita sabandija // Alimaña // Culebra ponzoñosa
// Porque un bicho rastrero // Hiena del infierno // Maldita
sanguijuela // Maldita cucaracha //
Que infectas donde picas // Rata de dos patas
En
estos versos, el sujeto expresado se compara con múltiples animales que
pertenecen una categoría que denota suciedad, veneno e infecciones; además,
todos están en contacto con el suelo. Ninguno es capaz de volar o nadar, son
animales terrestres, comunes y, en muchas ocasiones, desagradables. Los signos
claramente nos conducen a una persona indeseable, la cual se gana ser comparada
con los ejemplos versificados. En el caso del verso ‘hiena del infierno’ se
sobaja al sujeto interpretado como un elemento del inframundo, lugar que
volveremos a percibir en el texto. Por otra parte, ‘Que infectas donde picas’
nos marca la capacidad del ser para realizar acciones tan detestables como
infectar otro cuerpo; claro está que esto se comprende como metáfora, o en otro
sentido, es el portador de un virus que infecta el cuerpo con el que entra en
contacto. En el verso ‘rata de dos patas’ se personifica al animal para darle
una connotación humana. Es un juego de papeles entre el ente cuerpo-humano
contra su comportamiento-animal. Gracias a todas estas inferencias, conocemos
la categorización a la que pertenecen estos versos: la serie. En todos se
encuentran rasgos comunes, aunque no en igual medida o ubicación.
Pasemos
ahora con los elementos que denotan al sujeto como un ente que pertenece a un
universo inferior o peor que el nuestro:
Infrahumano //
Espectro del infierno // Hiena del infierno
Esta
vez nos encontramos con una categorización de familia, pues se menciona los
elementos directamente pertenecientes al infierno, sin embargo, cada uno cuenta
como un parangón dentro de su especie en dicho lugar. Lo ‘Infrahumano’
representa a todo aquello que no lo sea y se encuentre jerárquicamente debajo
de éste: nos habla sobre demonios y cadáveres. El ‘espectro del infierno’ puede
ser clasificado dentro de la categoría de conglomerado, pues no es el mejor representante
de la familia de lo intangible, pero engloba sus pertenecientes, por ejemplo,
las almas condenadas, los fantasmas y los espíritus. En el verso ‘Hiena del infierno’, nos
encontramos con otro parangón, pues la hiena representa el animal terrestre
(real) más violento y salvaje. Representa a la perfección todo lo que busca sus
víctimas, sumado al hecho de no ser considerado noble, inteligente o líder,
como pasa con el león. La hiena nunca ha sido objeto de aplausos por sus
características positivas, sino por aquéllas que más la representan: audacia,
violencia y por su naturaleza carnívora.
Pasemos ahora a los
versos que mantienen al sujeto en el plano de los vivos, pero aún le conceden
la connotación peyorativa:
Escoria de la
vida // Adefesio mal hecho // Deshecho de la vida
Los
tres pertenecen a una serie, pues sus características nos muestran cómo el ser
del que se habla no logra encajar positivamente en el mundo terrenal desde la
perspectiva de la funcionalidad social. Es algo poco más que un muerto. No
logra deslindarse de su pertenencia humana, pero tampoco completa los rasgos
para ser considerado como un humano “decente”. El llamarlo ‘escoria’ y
‘deshecho’ son adjetivos negativos que nos conducen a la significación de algo
inferior que no merece compasión. La palabra ‘adefesio’ nos conduce a una
connotación que asquea e impide ser apreciado por los que podrían ser sus
semejantes.
En
el texto existe un tercer sujeto que sirve como comparación, y que complementa
la adjetivación del aquél que es denominado como ‘rata inmunda’, y nos marca
nuevamente la postura del ‘yo poético’ frente a su malhechor:
Porque un bicho rastrero // Aun siendo el
más maldito // Comparado contigo //
Se queda muy chiquito
Es
un conglomerado que toma al ‘bicho rastrero’, sea cual sea, como
ejemplificación de la basura de ser humano que se describe. Debido a su
generalización, se entiende que no es el mejor ejemplar de su tipología ni
tampoco un conjunto de rasgos. Representa una característica del sujeto, aunque
no sea específico en el representante. El adjetivo ‘chiquito’ nos marca un
rasgo diminutivo, el cual nos remite a los animales terrestres más minúsculos:
se nos presenta un rasgo general por medio de un sustantivo (bicho) y dos
adjetivos (rastrero, chiquito), los cuales conllevan especificidad en la
tipología.
Los versos siguientes funcionan como narración
del sujeto receptor del mensaje:
Aun siendo el más
maldito // Que hieres y que matas // Que infectas donde picas // Cuánto
daño me has hecho
Esta
vez nos topamos con el sujeto como actante. Su categorización semeja a la
familia, pues sus rasgos son los mismos y sus acciones representan la misma
bajeza del ser. Es un cuerpo actante de acuerdo a su capacidad para ser y
dañar. Representa todo lo que se permite dañar y actúa como sujeto culpable de
la desgracia de la voz poética. Decimos que pertenece al ámbito de familia si
es considerado desde la clase de acciones que ejecuta, mas no de la tipología
de los sujetos que pueden hacerlo, pues en este caso es la individualidad lo
que interesa en la significación. Las acciones denotan dolor, y son realizadas
por la misma persona; estas acciones nos conducen a una tipología en la que
todos los elementos llevan el mismo rasgo, aunque lo muestren en distintos
ámbitos: no es lo mismo infectar, herir o matar, aunque todas conlleven lo
negativo en el receptor.
Por
último, la voz poética nos presenta al yo como actante de las acciones como
efecto:
Te odio y te desprecio //
Te estoy hablando a ti // Me estás oyendo inútil // Cuánto te odio y
te desprecio
La
conjugación de los verbos y los pronombres nos remiten a la segunda persona de
la que se habla durante toda la canción. Esta vez conocemos la voz de la
‘víctima’, quien sin tapujos expresa las emociones provocadas por la decepción.
La clasificación que en este caso es pertinente, es la serie, pues al igual que
en el párrafo anterior, los ejemplos nos marcan una misma connotación negativa,
aunque esta vez cambiamos de sujeto. El odio y el desprecio despliegan una
serie de emociones que representan al dolor primero; el hablar y el oír son
acciones que se relacionan directamente. Se oye a quien habla, y es en este
verso en el que ambos sujetos se enfrentan: aquél que produjo el dolor y quien
lo sufrió.
En
conclusión, la categorización de Rata de dos patas de Paquita la del
Barrio presenta los cuatro niveles de categorización para la interpretación del
cuerpo semiótico, el cual muestra relaciones desde el actante hasta el
receptor, que bien puede ser la voz poética o bien puede ser el sujeto referido
en el texto. A su vez, la categorización funciona desde perspectivas diversas,
mas se unifica en los ámbitos morales: lo que es menos que un ser humano, aquél
que se comporta de forma poco civilizada, aquél que es digno de comparación con
un animal. Estas similutudes provocan que el cuerpo semiótico contenga una
interpretación general compuesta por elementos individuales y pluralizados que
tienen protagonismo, mas cada cual toma un espacio específico en el texto
acorde a su función, su intención y su categoría.
Blanco,
D. (2006). Contartexto. Vigencia de la semiótica. (No. 14, p. 11-40).
Norbeto, E. (2004). Rata de dos patas [Canción]. En Taco Placero. Grabadora.
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Lorena del Carmen Gutiérrez Aviña (Guadalajara, 1996): Egresada de la licenciatura en Letras Hispánicas por la Universidad de Guadalajara. Es miembra fundadora del Taller de Poesía en voz alta Conticinio. Fue una de las ganadoras del Concurso Nacional de Poesía “Cuatro conjuros” (2022), orquestado por Librélula editores. Participó como coordinadora del Primer Concurso Nacional de Poesía Antonio Alatorre, además de ser directora y docente de “La palabra como lugar de verdad”, taller de creación poética impartido en la Casa de Cultura de Zapotlán el Grande, mismo que se llevó a cabo nuevamente en la Casa de la Cultura de Ocotlán, Jalisco. Ha recibido talleres de creación literaria de parte del Instituto Nacional de Bellas Artes, como el “Taller de poesía surrealista” y el “Taller de poesía multidisciplinaria”. Ha participado en congresos y publicada en revistas nacionales e internacionales.
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