Entrevista Parte I | Jajo Crespo | Brujerías

Primera parte de la entrevista a JAJO CRESPO por su poemario "Brujerías" (2023)


«Con respecto del lenguaje inclusivo, creo que se debe sobre todo a un compromiso con la verdad. Si vamos a hablar de les olvidades, no podemos hacerlo desde el masculino neutro porque dejamos fuera a las otras mitades que no aparecen en ese masculino.»

 Jajo Crespo





Esta es una entrevista transcrita que tomó lugar en la presentación del libro ganador del I Premio Periódico Poético 2023 para escritores mexicanos: la obra titulada BRUJERÍAS de Jajo Crespo. La presentación del libro transcurrió en Streaming a través FB LIVE PERIÓDCO POÉTICO el pasado 5 de noviembre, con la presencia de Lorena Acosta, como representante del comité editorial de Periódico Poético, de Alejandra Ramírez, doctora en filosofía y autora del epílogo de la obra galardonada y desde luego, se contó con la presencia del autor ganador de este I Premio Periódico Poético 2023: Jajo Crespo, quién fue seleccionado por su obra Brujerías, entre numerosas obras que se presentaron durante la convocatoria para el I Premio de Periódico Poético, publicada el pasado marzo de 2023, con el propósito de dar visibilidad a la múltiple y variada producción literaria actual en México. El jurado estuvo compuesto por expertos en poesía y literatura como son Sergio H. García, Luis Fernando Rangel y Ximena Cobos Cruz. Vaya por aquí nuestro inmenso agradecimiento por tal arduo y complejo trabajo que realizaron todos ellos en esta encomienda.

La presentación de Brujerías se desarrolló a modo de diálogo, y el motivo por el cual se eligió este método dialéctico en la presentación de la obra, radica en que se creyó necesaria tal forma de exposición, precisamente, para dar cuenta de la multiplicidad de voces y perspectivas que recorren el poemario y con él, la historia de México, el tema hilado en sus versos, en sus recovecos, guaridas; pero también de las interrupciones, verborrea a veces, y discursos trabados en los que ha estado embrujado México como país. Efectivamente, BRUJERÍAS es una obra que, más allá de recoger el tortuoso camino de la historia de un país tan plural y confuso, a veces, como es México, también abre la puerta a temas transversales en todas las culturas (aunque ciertamente es posible que México ejemplifique en su mejor esplendor el conflicto que se vuelve poema en Brujerías): se trata del conflicto, ni más ni menos, entre memoria e Historia. No todo pasado cabe en la Historia, no todo es transcrito ni transcribible en palabras. Sin embargo, aquí, en esta obra, el poea Jajo Crespo es capaz de llegar al límite de la palabra, a la creación de imaginarios imposibles pero desgarradoramente reales para aquellos que no tuvieron voz: no se trata sólo de los muertos amontonados en cifras en los rincones de la Historia, sino aquellos que perviven y sobreviven a la marginalidad misma del discurso histórico, hoy todavía.

BRUJERÍAS incide en la importancia de una memoria viva más allá del día de muertos, de una memoria viva en la cotidianidad tejida en la identidad como pueblo en un país como México, de una memoria que, al fin y al cabo, transgreda la Historia y sea capaz de revolucionarla para conformar un nosotrxs que acoja, abrace y sonría a la diferencia existente y por venir, y no sea censor de todo aquello no reconocido pero que existe. 

Sin más preámbulo y si se perdieron del evento, los invitamos a leer una primera parte de este interesante diálogo.

 

ALEJANDRA RAMÍREZ: En primer lugar, desde luego, enhorabuena por Brujerías, la obra ganadora del I Premio Nacional de Periódico Poético 2023 para escritores mexicanos. Nos gustaría saber ¿Cómo conociste a periódico poético? Y ¿qué te llevó a presentarte al certamen que proponía la revista?

JAJO CRESPO: Considero mi encuentro con Periódico Poético como una feliz coincidencia, no solo por haber conocido a las maravillosas chicas que sostienen el proyecto, sino, también porque su convocatoria llegó a mí sin ser buscada. Ya había leído un par de textos en su página, pero, como la difusión se hace por redes sociales y no solía ser muy activo, me enteré del concurso con la fecha de cierre muy próxima. El poemario que se perfilaba a ser lo que hoy es Brujerías ya estaba casi terminado y parecía tener la extensión idónea para participar, y lo que de verdad me animó fue recordar la pluralidad de voces que acoge Periódico Poético, entonces me puse a detallar el texto y solicitar a amistades muy queridas que le echaran un ojo. La verdad es que no esperaba nada cuando envíe el manuscrito, mi paso por convocatorias me enseñó que es lo más sano, pensé que iba a ser un texto querido pero guardado como muchos otros. Cuando recibí la noticia por correo electrónico me fui pa’trás, como decimos acá, de hecho le pedí a alguien que terminara de leer el correo porque yo no pasé del “¡Felicidades!”. Sigo sin poder creer los dulces que me ha ofrecido el texto: las personas que he conocido, el trabajo que dedicaron a la edición, el cariño que le dan al poema y, también, el apoyo y cariño que yo mismo he recibido. Nunca alcanzarán los agradecimientos para las queridas de Periódico Poético, para Alejandra y para Mayte, por confiar en el texto y por darle voz.

AR: Tengo que decir que este poemario particularmente me conmovió, en realidad nos conmovió: a Mayte, la ilustradora, que también es mexicana y a Lorena que, aunque es española, tiene una sensibilidad tremenda para la multiculturalidad y para la poesía. Como decía me conmovió muchísimo y a veces pienso que fue la distancia. No sólo la distancia geográfica sino también la nostalgia de México. Todas las referencias tan sensibles y dolorosas, conmovedoras y profundas, tradicionales e infantiles, en fin, tantas referencias que contiene este poemario, que todas ellas me tocaron.  Luego imaginé la situación  de que yo no estuviera aquí en España y de todas maneras me hubiese conmovido, creo que toca fibras muy profundas de la mexicanidad y de lo humano y político de nuestro tiempo. Es un poemario tremendo y quiero que sepas que considero (y con Lorena coincidimos en esto) que tu poemario tiene muchísimo potencial de este lado del Atlántico porque necesitamos esta voz. La necesitamos como necesitamos ese eco de lo que no nos queremos olvidar porque, los que estamos aquí corremos el riesgo de olvidarnos mucho más rápido de lo que, ya de por sí nos es lejano físicamente: de nuestros muertos, de los caídos en la lucha, de nuestras luchas, de nuestras referencias culturales más profundas, incluso de nuestra infancia. En suma, este poemario tiene un enorme potencial en este sentido y ojalá que mucha gente esté conectada hoy con nosotros para que te conozcan y conozcan tu trabajo; sobre todo los mexicanos en Europa, porque hay muchos y este poemario podría tener un muy buen recibimiento en este lado del Atlántico. Te lo digo como migrante, te lo digo también como una persona que ha pasado muchos años tratando de definir lo que es (más allá de mi situación de migrante) y de no perder lo que es, de dónde vengo. Leerlo fue como si México nos hubiera venido a hablar acá. Todo México: los sonidos, las tradiciones, las luchas políticas, la corrupción, la historia de México, nos vino a hablar aquí con tus letras. Muchas felicidades y muchas gracias por ello. 

JC: No, muchas gracias a ustedes. Como lo dije hace un momento, yo estoy enormemente agradecido con Periódico Poético: con Lorena, con Gaba, con Aura, con Mayte y contigo por darme la oportunidad de publicar este poemario, por darle voz. Quisiera comentar que ya recibí mis ejemplares, estoy muy feliz con ellos. No saben la ilusión que me hizo abrir un ejemplar y ver mis letras impresas en formato físico por primera vez. Saber que les gustó tanto me hace sentir especialmente feliz, como pocas veces. Como se habrán dado cuenta, me quedo sin palabras para explicar lo que esto ha sido para mí. Muchas gracias. También quisiera aprovechar un momentito para dar honor a quien honor merece, a quienes estuvieron apoyándome en este proceso: mi familia, a mis padres por el apoyo, mi familia política, mi suegra; a mis perritos también quienes me acompañaron en la escritura tortuosa de este texto que me hizo —hasta cierto punto— abrir el pecho para desangrarme sobre la página en blanco. A David Vázquez y a Camilo Franco, por su amistad y sus lecturas tan sinceras. A Yole Adorni, que nos está viendo, porque ella es quien más me ha acompañado en estos procesos de escritura y ha visto tanto la frustración como la alegría y, a veces también, las lágrimas que provoca un texto en construcción. A ustedes, por la semblanza tan generosa y por sus palabras: el epílogo es bellísimo. Muchas gracias.

AR: Bueno, vamos a comenzar con las preguntas de esta entrevista. A propósito del reciente día de muertos. la muerte es un tema que permea todo el poemario ¿Hasta qué punto crees tú que has desarrollado en sus páginas algún tipo de visión estética de la muerte? Visión de la que, por cierto, la cultura mexicana está imbuida, incluso diría obsesionada por decirlo de alguna manera. Dicho mejor, en qué sentido la muerte ha obsesionado al Jajo poeta.

JC: El sentimiento estético, como muchas cosas en el poemario, yo creo que es un poco un daño colateral. En realidad lo que yo quería hacer era hablar sobre la gente que no ha tenido una muerte como tal, preguntar ¿qué pasa con los féretros vacíos?, con los duelos que nunca se llevan a cabo porque hay gente que nunca sabe qué pasa con sus familiares, con sus amistades. Si hay alguna especie de perspectiva estética de la muerte se aborda de manera tangencial porque es algo que inevitablemente recubre el tema.

Mencionas que la cultura mexicana está imbuida en la muerte, tal vez incluso obsesionada. Se dice mucho, por ejemplo, del otro lado del charco que festejamos la muerte, pero, en realidad, no la festejamos. Creo que tenemos una forma diferente de luto. Es un tema que he venido trabajando durante un tiempo desde mi lado académico con respecto de la perspectiva mortuoria en la poesía de Nezahualcóyotl. No se trata de un festejo, sino, de una forma de comprender, una hiperconciencia de la fugacidad. Al contrario de la cosmovisión cristiana, en las culturas nahuas la trascendencia no dependía de lo hecho en vida, dependía de las condiciones de muerte y, para la gran mayoría de personas, su muerte les llevaría a pasar cuatro años luchando en grandes pruebas para, al final, volverse nada. Esto construye una especie de presencia latente de la muerte que nos lleva no a festejar la muerte, sino, a festejar en lo que llega porque, de cualquier modo, nos vamos a ir a ningún lado.

AR: A lo largo de la lectura de tu poemario una de las cosas que nos llamó mucho la atención incluso llegamos a comentar en colectivo con Lorena fue el uso del lenguaje inclusivo-incluyente que ya no debería ser una cuestión que se discuta, pero sí creo que no es común encontrar un uso consistente del lenguaje inclusivo en la poesía. Sobre todo, porque dado que la poesía es patrimonio de la lengua y al fin y al cabo ha sido la Academia de la lengua una de las grandes detractoras de estos usos del lenguaje inclusivo me parece y esta sería la pregunta: si es una declaración de principios, si es una toma de postura abierta o si, abanderas de alguna manera con el lenguaje esta lucha por la inclusión desde el arte. Nos pareció un gesto muy bonito cuéntanos ¿qué piensas al respecto?

JC: Creo que sí, definitivamente. Todo tipo de escritura es política, ¿no? Hasta la escritura apolítica es una postura política. En este caso sí es una toma de postura y, específicamente con respecto del lenguaje inclusivo, creo que se debe sobre todo a un compromiso con la verdad. Si vamos a hablar de les olvidades, no podemos hacerlo desde el masculino «neutro» porque dejamos fuera a las otras mitades que no aparecen en ese masculino. Al principio hay una referencia al baile de los 41 —una represión durante el porfiriato— y hablar del tema como un «ellos» me habría parecido una falta de respeto. Igualmente cuando se habla de madres buscadoras, ¿cómo hablar en «ellos» cuando se habla de madres buscadoras? No solo es una declaración de principios, también es un compromiso con la verdad de lo que quiere decir el texto. También, dicho sea de paso, no estoy muy de acuerdo con ciertas posturas que ha tomado la Real Academia, porque ha dejado de lado su papel como institución lingüística que explica cómo evoluciona y funciona la lengua en diferentes momentos de la historia para ocuparse de un trabajo de policía de la lengua. No estoy seguro de qué posturas esté tomando la Academia Mexicana o las diferentes academias y universidades de Latinoamérica, pero sé —por ejemplo— que la UNAM hace no mucho publicó un Antimanual de la lengua española cuyo eje central es explicar las construcciones de lenguaje inclusivo. Es decir, toma una postura abierta y trata el fenómeno del lenguaje inclusivo como justo eso: un fenómeno del lenguaje que debe ser comentado, estudiado y explicado.

AR: Me parece que además se trata de un poemario tremendamente musical, cuando hablas de cantos, en lenguas distintas e incluso de palabras que aluden a lo musical cito la página 10:

No hay fonemas al azar que revelen

la sospecha de un nombre

la cacofonía rítmica de un extranjero temporal.

todo es la cadencia del andar por ciudad

el grave acento de los pasos

tan fuera de le otre, de lo perdido y tan sonoro

que nada se ha perdido

como no sea la sospecha de un río

o la parada de una combi:

pájaro de cuatrocientas voces.

Ma ka aik nimiki
ma ka aik nipoliwi

si yo nunca muriera,
si nunca desapareciera.

Aquí todo es música, como música es la Ciudad de México. Quisiera que nos hables de estos estratos de la musicalidad. Te mueves entre la musicalidad casi divina de Nezahualcóyotl de la lengua náhuatl hecha poesía por él, histórica al mismo tiempo que atemporal, incluso mística, hacia el canto del quetzal, de ahí nos llevas al sonido de río y de pronto nos aterrizas en la parada de una combi, muy terrenal. Se trata de una figura que está llena de sentidos, de voces, de sonidos. ¡Qué hermoso! ¡cuéntanos! ¿En qué te convertiste tú como poeta a la hora de percibir todas estas voces? ¿Te volviste sonido en este poema o eras pura escucha? Está claro que se necesita toda esa musicalidad para reproducir todas esas voces. Cuéntanos ¿cómo fue ese proceso del poema y su música?

JC:  Esta es una respuesta un poco más intimista. Si yo tuviera que definirme de alguna forma sería: frustrado de muchas maneras. Músico frustrado, dramaturgo frustrado, teatrero frustrado como se notará en el «interludio» de Brujerías. En este caso, creo que se trata mucho de escuchar: la poesía de Nezahualcóyotl, la cadencia de Garcilaso, el cantadito de la Ciudad de México; pero, también escuchar los pitidos de la combi, los sonidos del camión, a los vendedores. Sobre todo fue una labor de escucha, volviendo a lo del músico frustrado, generalmente escribo en voz alta: primero me voy contando los versos y me dicto la concatenación de ideas u oraciones para notar cómo suenan en conjunto. Hay una concreción de todas las experiencias de escucha y trato, de alguna forma, de deshebrarlas sobre la página a la vez que la voz intenta representar lo caótico que es vivir en las periferias de la Ciudad de México. Es música que vive en nosotros.

En el billete de doscientos pesos, hasta hace no mucho, estaba Sor Juana Inés de la Cruz con uno de sus grandes poemas y en el de cien pesos había un poema de Nezahualcóyotl; y, entonces, uno está muy entretenido leyendo el poema de Sor Juana o Nezahualcóyotl cuando llega la combi y hay que pagar, y a uno le devuelven algún billete de veinte pesos con una máxima de Benito Juárez también muy musical. Todo eso se condensa en la experiencia vital de existir en una de las periferias de la Ciudad de México.

AR: En el primer poema, página 12, comienzas con un fragmento de poema de Nezahualcoyotl.

 “Yo Nezahualcóyotl lo pregunto”

 Nikihtoa ni-Nesawalkoyotl:

An nochipa tlaltikpak:
san achika ya nikan

No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.

Los glifos transformados en pregunta

¿Sobre qué huesos se construyen las ciudades?

Sobre nada,

unos cuántos sin nombre

 y todo es un Mictlán afrancesado.

Esta imágen es muy dura, porque implica declarar que, efectivamente los muertos de todas las luchas posibles históricas en México son unos nadie a quienes no se les recuerda. ¿Qué piensas ya más personalmente sobre estos olvidos? ¿Porqué un Mictlan? ¿No queda nada vivo para ti ahí? Háblanos de lo muerto de ese Mictlan y si puedes explicar para los lectores no mexicanos lo que es.

JC: Como les comentaba, en la cosmovisión náhuatl la trascendencia tiene más que ver con las circunstancias de la muerte que con la experiencia de vida, que es un poco la cosmovisión occidental. Entonces, en el imaginario nahua existe este sentimiento de dejarse caer porque el sujeto no tiene nada seguro, por muy bien que se porte, un día le puede caer un rayo y se va al Mictlan. Este no era el único destino, había cuatro: el Mictlan, lugar destinado para la muerte natural donde el difunto pasaba cuatro años de pruebas antes de desmaterializarse; el Tlalocan, donde eran enviados los que morían por intervención de Tláloc; el Cihuatlampa, lugar destinado a embarazadas muertas en parto y a guerreros; y, finalmente, el Chichihuacuahco, destinado para los niños.

No quiero decir que no quede nada vivo en este Mictlan que es la Ciudad de México o la zona metropolitana o todo México. Más bien, quise referirme a este sentimiento de guerra continua: estar luchando todo el tiempo por sobrevivir, ya sea contra el tráfico, contra el sol, contra el trabajo y sus condiciones deplorables y los salarios miserables. Es una lucha continua compartida y vicaria que no llega a ningún lado.

AR: En el primer poema, página 13, en un momento parece que te imaginas un poco como debió ser aquello de la revolución

“En algún momento sobre este aire alguien gritó:

<<!muera Porfirio Díaz¡

y el eco de su voz quedó sellada,

pero no su nombre.

Sería muy interesante que nos lo cuentes por qué para tí no hay una revolución efectiva, no sé realizó la revolución. Esta es una tesis que también sostienen algunos historiadores y me gustaría que tú nos dieras tu versión. No solamente es una tesis historiográfica, también fue mi caso yo en mi tesis de doctorado en filosofía también defiendo que, efectivamente hay un muchos mecanismos que revelan que la revolución se hizo un día y al final no se concretó en nada y por lo tanto no fue revolución no fue cambio sino una continuidad de vicios una continuidad de formas institucionalizadas de clientelismo. Cuéntanos desde tu lugar, desde tu visión, ¿En dónde ves la revolución encarpetada y enterrada que describes en tu poesía? 

JC: Me da un poco de pena dar mis ideas porque tú eres una expertaza en el tema, pero lo voy a intentar:

Creo que la Historia institucionalizada, la que plantó la SEP para decir «a partir de este momento se hace el translatio imperii y este será nuestro mito fundacional del nuevo México», creó ciertas figuras totémicas  (Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Doroteo Arango) y se quedaron olvidadas ciertas figuras que sí tenían una visión francamente revolucionaria —que últimamente se han tratado de recuperar—, un ejemplo sería los hermanos Flores Magón. Esta propuesta totémica de una Historia institucionalizada se llevó un movimiento que empezó siendo social —que también tuvo sus cabecillas, sus asegunes y sus aspiraciones políticas, hay que decirlo— hacia un lado muy extraño, lleno de paradigmas. Por ejemplo, para quienes nos escuchan desde otros lares, México tiene un partido político llamado Partido Revolucionario Institucional y uno no puede dejar de pensar que mencionar «revolución» e «institución» como adjetivos comunes a un sustantivo es una antítesis con todas las de la ley.

Creo que en esta institucionalización es donde se encarpetan y se entierran los valores primigenios de gente que tenía esa ansia de cambiar el país de forma muy genuina como lo pudo ser el mismo Emiliano Zapata o los hermanos Flores Magón.

 

¡QUE VIVA LA LITERATURA, VIVA MÉXICO Y VIVA LA LITERATURA DE MÉXICO!  

 

LECTORXS, LOS ESPERAMOS EN LA SEGUNDA PARTE DE ESTA INTRÉPIDA ENTREVISTA, LA CUAL ATRAVESARÁ MÁS TEMAS Y MÁS VERSOS PARA COMPARTIRLO CON TODXS VOSOTRXS.


Sobre Periódico Poético y quienes participan en esta entrevista:



Celia Alejandra Ramírez Santos nació el 1985 en la ciudad que lleva por nombre el poeta Nezahualcoyotl, uno de los protagonistas del poemario Brujerías, como feliz coincidencia. Es doctora internacional cum laude en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Nacida en México, española por adopción y burocracia. Migrante feminista de espíritu y convincción. Estudiosa de la filosofía política contemporánea, siendo su tesis doctoral titulada Lombardo Toledano: marxismo y populismo en México y América Latina antes de Laclau. Realizó su investigación postdoctoral en la Goethe Universität en Frankfurt, Alemania, donde residió los últimos siete años antes de mudarse a Madrid, España, donde actualmente reside y realiza el Máster en Formación de Profesorado, especialidad Filosofía, en la Universidad Complutense de Madrid.


Jajo Crespo, autor ganador del I Premio Periódico Poético 2023 con la obra Brujerías, nació en Zapopan Jalisco el 30 de enero de 1997. Estudió Lengua y Literatura Hispánica en la UNAM. Sus intereses académicos son la literatura prehispánica, la poesía latinoamericana, la poesía mística, la semiótica y las corrientes materialistas históricas y decoloniales. En el ámbito de la escritura creativa, ha publicado cuento, ensayo y poesía en revistas como Crisopeya: arte y literatura, Rito, Pluma literaria, Noche laberinto. Actualmente forma parte del Seminario de investigación multidisciplinar "Dimensiones Humanas e Imaginarios del Espacio Urbano" donde realizó un trabajo de investigación geocrítico y de humanidades digitales. También se encuentra cursando el Diplomado en Escritura Creativa de la Escuela de Escritura de la UNAM y el Diplomado en Literatura Mexicana del siglo XX y XXI de la Dirección de Literatura del INBA. Esporádicamente participa como traductor para la revista colombiana Crisopeya.


Periódico Poético nace como Revista literaria impresa en Tecpan de Galeana, Guerrero, México, durante febrero del 2020. Fue inicialmente concebida sólo como un material de lectura de difusión local en formato impreso, muy sencillo y monocromático. Este proyecto nació con dos objetivos: ofrecer una opción para la población de Tecpan, lugar donde el mosaico de opciones para la lectura, aún hoy día, es nulo. También para ser un hostal virtual y literario donde se abren puertas para alojar figuradamente a todo aquel artista que confía en el espacio cálido que se ofrece.

Durante la pandemia del año 2020, la fundadora de este proyecto, Gabriela Romualdo, decidió expandir su alcance y utilizar diversas formas de difusión en internet, sobre todo en las redes sociales, para convertir Periódico Poético en una revista, siempre impresa, pero también electrónica, la cual comenzó a dar la vuelta por todo México e incluso el extranjero. Mes a mes, se fue evolucionando tanto en diseño como en la favorable aceptación de los artistas participantes y en el público lector. Durante el mismo año de su fundación, Periódico Poético se hizo acreedor a un estímulo económico de la UNAM, siendo seleccionada tras una convocatoria entre otras doce revistas nacionales. Esto fue gracias a la causa social del proyecto que distribuye gratuitamente ejemplares impresos de cada edición, pero al mismo tiempo la difusión de autores emergentes y sus obras, visuales y escritas. Con 24 ediciones impresas/electrónicas, dos plaquettes publicadas en formato electrónico, un libro en formato físico de edición artesanal.
 

 

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