Peregrinos espaciales | Ana Laura Bravo | Reseña

 



Peregrinos espaciales
Por Ana Laura Bravo

¿Cuántos mundos caben en uno? Esa es la pregunta que entrelaza los diferentes artefactos poéticos que conforman Planetas Habitables, de Elisa Díaz Castelo, publicado por Almadía a mediados de este año. Poemas que van de lo doméstico, como los vestigios que una abuela deja en la vida de su nieta, hasta el lado íntimo de la ciencia. Confesiones: el mejor invento de Tesla no tenía nada que ver con la electricidad y la foto de boda que se mira distinto después del divorcio. Cada uno de esos momentos queda registrado a manera de cartografía galáctica mientras el cadáver de un perro orbita el único planeta en que creíamos que era posible la vida.

Ahora mi propia confesión: yo no leo poesía. Peor aún: suelo evitarla deliberadamente. Antes que poesía prefiero leer masivas novelas rusas, comics que ni siquiera han sido traducidos al español o cuentos inéditos de mis amigos. Caí en los Planetas Habitables como en una trampa: apenas me fijé en el título y el precio, ni siquiera noté que una pequeña etiqueta en la contraportada advertía de su contenido. Poesía: alto contenido en versos, estrofas y metáforas. Pero la escritura de Elisa Díaz es un buen comienzo para quienes, como yo, rehúyen de los poemarios como un niño melindroso de las verduras: esta lectura no sólo es necesaria y te hará bien, sino que te sorprenderá que no sea la cosa desagradable que esperabas.

Planetas Habitables es una poesía sobria pero abundante. No se satura de palabras rimbombantes ni figuras retóricas complicadas, sino que tras su aparente sencillez se presiente la fuerza de esos pensamientos que son capaces de dejarnos en vela por las noches. Las preguntas correctas, esas que no cualquier lectura es capaz de plantearnos y que quizá son la razón por la que, dentro del universo de lectores, siguen siendo pocos quienes leen poesía. Algunas de ellas no caben en versos y los poemas se metamorfosean y cobran formas inesperadas, porque “esto no está grabado, está en vivo” y, como le explica Dirac a Oppenheimer, la poesía es la antimateria de la ciencia. Pequeños ensayos sobre la luz y la gravedad, y los amantes que se encuentran en las noches furtivas, y los niños que se rompen si no sigues las instrucciones sobre cómo sostenerlos. Relatos tan breves como la inspiración que tomamos entre una estrofa y la siguiente pero que compendian una existencia entera.

Los Planetas Habitables están poblados de criaturas tan frágiles como nosotros. Palomas, bebés, perritos dóciles, antepasados que se diluyen en el recuerdo de las siguientes generaciones. A pesar de que esta fragilidad los coloca en riesgo de extinguirse, también reafirma lo que dijo Olga Tokarczuk tras ganar el premio Nobel: qué es nuestro lado frágil, esa vulnerabilidad que ocultamos tan celosamente, lo que nos permite conectarnos con otros, por inmensos o microscópicos que sean. Ni siquiera la invisibilidad puede aislarnos por completo siempre que sea posible telefonear a casa para avisarle a los fantasmas que olvidamos las llaves. Y en el momento más profundo del futuro, reencontrar los mensajes que Eurídice grabó para Orfeo a través de una tecnología imposible en la época de los mitos griegos pero que solamente nos redescubre que la ternura también es un lenguaje.




Ana Laura Bravo. Es profesora de medio tiempo y lectora de tiempo completo. "Nací en el desaparecido Distrito Federal en febrero de 1994, pero crecí en otros estados, siempre buscando algún camino de regreso a la Ciudad. Estudié literatura en la Universidad Autónoma de Querétaro y en la Universidad de Tarapacá en Chile."
Actualmente estudia la maestría en docencia y está desarrollando una tesis sobre la enseñanza de la literatura en los bachilleratos técnicos. Ha publicado en algunas revistas y escribió su primera novela, Volver al fin del mundo, con apoyo del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) de Querétaro, la cual se encuentra en proceso de reescritura. 

"La literatura es mi laboratorio de libertad y me gustaría que mis textos pudieran hacer que quien quiera que los lea se sienta escuchado."


IG: analaura_bravop

FB: AnaLaura Bravo Pérez

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