Entrevista a Paola Llamas Dinero, autora del libro "Poemas para Otakus"
Entrevista a Paola Llamas, con motivo de la presentación de su nuevo libro Poemas para Otakus, publicado por Almadía.
Por Ana Laura Bravo.
"Estamos usando el lenguaje de maneras muy distintas, creativas y muy intencionadas, y es lo que yo vivo cotidianamente al igual que la mayoría de las personas."
18 de mayo de 2024, Querétaro, Qro.
- Muchos de los temas de tus poemas están atravesados por la muerte y cómo ocurre (o no) en internet. Me gustaría que me hablaras un poquito de eso, ¿por qué te surgió hablar de ese tema?, ¿por qué consideras que es importante que hablemos de la muerte en internet? Porque creo que no s67gv be está hablando tanto de eso todavía, pero es un tema muy interesante. En lo personal, también tengo contactos y chats que no he borrado pero donde nadie contestará mis mensajes.
Paola Llamas:
Precisamente pensaba en esta idea de la ficción y de cómo, de alguna manera, la
ficción alcanza la realidad y la realidad alcanza la ficción. Esta una idea, a
la que llevo dándole vueltas desde hace mucho tiempo: cómo nos ficcionalizamos
en redes. Y de repente pensaba en esto: ya tenemos rituales de muerte en
internet. Por ejemplo, cuando alguien se muere, buscas la foto que tienes con
la persona y la subes; son rituales no dichos y que también marcan un momento
histórico en la vida y en la existencia. Incluso creo que funciona como un
aviso: esta persona murió. Pero luego pensaba, ¿qué pasa con estos
personajes ficcionales en las redes que ya no están? Estos personajes se quedan
intactos de alguna manera y ya no envejecen, ya no van cambiando, se quedan
congelados en una especie de cementerio extraño. Me interesó tanto el tema que
empecé a buscar información al respecto de qué sucedía con estas cuentas,
porque pensaba que debe haber muchísimas cuentas de gente que ha fallecido,
entonces encontré algo muy interesante: todavía no es vigente, pero están
buscando qué hacer con esas cuentas. Por ejemplo, lo que busca Meta es hacer
que estas cuentas se conviertan en un altar para la persona. La propuesta que
hay es que un familiar cercano diga: esta persona está muerta y pueda
demostrar que la persona efectivamente ha fallecido y se le ponga como una
insignia, pero es algo que todavía no sucede. Y a mí se me hacía muy loco
porque sentía o pensaba que estos contactos de gente, en mi caso personal, que
ya no están, de alguna manera mantener su contacto o el chats con esa personas
me hacen seguir conectada con ella. Así la ficción otra vez vuelve a atravesar
a la realidad. Algo como un Ping-Pong: la realidad alcanza a la ficción pero
luego la ficción vuelve a la realidad y yo digo: no voy a borrar ese chat
porque puedo ir hacia atrás y ver qué hablaba con esa persona; puedo entrar a
sus historias destacadas y ver qué publicaba en ese momento, como si estuviera
viva todavía. Se me hace interesante pensar en cómo los vínculos van más allá
de lo real y lo no real.
- Hablando del tema del anime, tus poemas también están en una frontera entre lo erótico y lo sensorial, aunque podemos hablar de una nueva forma de sensibilidad, construida en el espacio virtual. No llegas a mencionar explícitamente, por ejemplo, términos como sexting, pero están implícitas esas nuevas formas eróticas que se han creado a partir de las redes y quisiera saber cuál es el vínculo entre esa nueva expresión del deseo y el anime. Si lo consideras quizá un poquito polémico, porque muchas personas también señalan que el anime sexualiza a los jóvenes que son quienes mayormente lo consumen. ¿Cuál es tu postura al respecto y cómo plasmas esto en tus poemas?
Paola Llamas: Es
súper interesante el tema, precisamente por estas relaciones parasociales, que
son estas relaciones que no van de lado a lado, sino que tú sientes que tienes
un vínculo con alguien y la otra persona no lo sabe. No es algo ni siquiera
nuevo, en realidad, es algo que ha existido desde que existe lo pop, no sé, Los
Beatles o Ricky Martín, yo qué sé, ¿Luis Miguel, Chayanne? Pero lo que me
parece muy interesante es que incluso puede ocurrir con alguien que ni siquiera
es un ser humano. Por ejemplo, los casos de ti son personas reales aunque tú
sabes que nunca podrías tener una relación con ellos. Creo que la exploración
de la propia sexualidad a través de algo es lo que para mí tiene más
valor. Quizá, en el chat de mis tías, ellas se pueden mandar una foto de Chayanne
y poner Buenos días, y a lo mejor a mí me va a gustar más ver a un
personaje de anime y poner Buenos días. Me parece que lo interesante ni
siquiera es qué o quién está del otro lado del vínculo, sino más bien, cómo
respondo yo hacia mi propio deseo y a la exploración de ese deseo. Lo que
mencionas de la erotización en el anime también es algo que se ha estudiado un
montón, hay un montón de teoría al respecto y tiene un término, se le llama Fan
Service. Incluso ya el público sabe cuál es el Fan Service de ciertos
animes. Cuáles son las cosas, esos elementos llamados elementos moe que
son los que van a gustar. Pueden ir desde cosas muy sencillas, como que siempre
va a haber un personaje de lentes y dos colitas que ya luego se vuelven
clichés, hasta el personaje de pelo blanco (que yo menciono mucho en el libro),
porque me di cuenta de que los personajes de pelo blanco son los que siempre me
gustaban y que respondía más a la personalidad de ese personaje. Entonces me
parece interesante, no que haya un personaje de pelo blanco, sino cómo eso
afecta en mi emoción; no tiene que ver con que esté bien o esté mal, sino con
tacharlo y cómo mi emoción responde a eso. Por otro lado, si bien la
erotización no es explícita, tiene más que ver con el deseo y me interesaba ver
el deseo desde el lugar femenino, porque también en ciertos ámbitos, por
ejemplo en la poesía, hablar del deseo de la mujer todavía es medio raro. El
anime siempre se relaciona más hacia los chicos, además se tiene esta idea de
que el público es de chicos que nunca van a tener acceso a ese tipo de cuerpos,
entonces se presenta el deseo explícitamente y yo decía, ¿y nosotras qué? Yo
tengo muchas amigas que decimos: este personaje me gusta, y a veces ni
siquiera tiene que ver con su físico, sino a su personalidad: porque es el
misterioso, el líder, cosas que ni siquiera son físicas y eso me parece todavía
más interesante, hablando del deseo de la mujer, porque no responde
precisamente a un cuerpo. Puede gustarte un personaje, yo digo el de pelo
blanco porque regularmente es este líder misterioso que es el maestro, y
pienso: ni siquiera es que me guste el pelo blanco. Si viera a una persona con
pelo blanco no me llamaría la atención, creo que lo que me llama más la
atención es lo otro, lo que ya viene implícito dentro de ese molde de
personaje. Eso hablando, no tanto de la erotización, sino de la exploración del
deseo femenino.
- ¿Cómo encaja tu poemario quizá en las nuevas formas de hacer literatura que se están legitimando? Porque creo que todavía entra un poquito en los márgenes, incluso algunas personas que me vieron con el libro honestamente dijeron: ¡eso qué? Tal vez porque no suena tan serio, tan “literario”, pero sí lo es, entonces, ¿cómo consideras tú que deben encajar estas nuevas narrativas, estas nuevas formas de poesía?
Paola Llamas:
Primero gracias porque te parece que sí lo es; yo ni siquiera sabía si lo era o
no. Cuando yo lo escribía sentía que era una forma de responderme a mí misma.
De decir: yo tengo la necesidad de escribir sobre esto porque es mi realidad y,
si iba a ser bien recibida o no, también era una cosa que no sabía. Sabía que a
lo mejor iba a ser una cosa que sería señalada, simplemente por el título o
quizá rechazo a la portada, pero me pareció interesante porque es la realidad
de este momento. Incluso me gusta utilizar estos lenguajes de internet, como
ciertas frases de memes. Tiene que ver con la realidad actual, por ejemplo,
hablar de la muerte en internet, son cosas que a lo mejor en el futuro van a
tener una resolución diferente…
- Y otros lenguajes. Por ejemplo, ese poema que incluyes que está escrito con emojis, con caritas hechas con letras y signos, ¿cómo se lee ese poema?
Paola Llamas: Sí,
incluso hay otro poema que el título ni siquiera sé cómo se lea. Si lo leo en
voz alta, ni siquiera yo que lo escribí sé cómo se pronuncia, pero me parece
que lo importante no es eso, sino de qué te habla. Y yo lo pensaba mucho en la
cuestión de la experimentación. Yo me preguntaba qué herramientas tengo en mi
día a día y en mi realidad para hablar de las cosas que me interesan. Y entre
esa exploración de las herramientas me encontraba con emojis y pensaba: si yo
mando un mensaje y no pongo un emoji, es muy serio; en cambio, si pongo un
emoji al final, aunque sea lo más absurdo, cambia el discurso. Estamos usando
el lenguaje de maneras muy distintas, creativas y muy intencionadas, y es lo
que yo vivo cotidianamente al igual que la mayoría de las personas. Así que me
pareció una manera muy linda de conectar con otras personas ya que todos
estamos relacionándonos con ese nuevo lenguaje. Como una manera de abrir la
poesía y decir: mira, ven: un poema también puede ser así. Siento que mi
intención más bien era acercarme a quienes creen que la poesía tiene que ser
algo “sublime” y decirles no, sí lo es, pero también puede ser esto. Me
interesaba un montón abrir la puerta, decir: a la gente que lee poesía le va a
parecer interesante y a la gente que no lee poesía le va a parecer interesante,
entonces esa era mi intención: incluir a lector que quizá no estén muy
acostumbrados a eso y tengan por lo menos curiosidad de por qué está ocurriendo
ahora.
Pueden leer a Paola Llamas Dinero en:
Poemas para Otakus de Editorial Almadía
de venta en:
https://www.elsotano.com/libro/poemas-para-otakus_10657999
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