Poesía de Arely Jiménez
Vivo a las orillas en la periferia el margen Hay muchas formas de nombrar estar lejos de todo pero cerca de un monte que en las noches está en otro siglo uno sin luz sin nosotros incrustado en él está un Bodega Aurrera No hay una clínica con área de urgencias ni una carnicería decente los refrescos en las tiendas están caducados y los cadáveres de los perros atropellados cobijan las calles por semanas Es de noche, camino hasta el Aurrera para comprar una lata de atún pienso en una pantalla encendida en el fin del mundo aun dando las noticias. En esta uña de Dios perdida de su mano una décima parte del territorio donde quinientas mil almas no saben que vivir es portar tu incendio con dignidad pero viven no saben qué es la dignidad pero arden y caminan mientras el sudor traza constelaciones en sus frentes mientras la luz enceguece las calles mientras el medio día pero hay que salir a trabajar tomar una de la